En Alicante, una de las provincias con mayor número de escolares extranjeros (más de 40.000 entre Infantil, Primaria y Secundaria), se ve una tendencia a la separación entre los españoles y los foráneos, según un estudio realizado entre 9.000 alumnos de 743 centros por el Secretariado Diocesano de Migración Orihuela-Alicante.

El fenómeno es más evidente con los británicos, los más numerosos (5.518 estudiantes), por delante de ecuatorianos (con 5.393) y marroquíes (4.843), y que se aislan más del resto. En 368 centros hay algún oriundo del Reino Unido, el 80% se concentra en 98 colegios, y en uno de Orihuela hay matriculados 237 (la mayor densidad).

Aun así, desde el Secretariado aseguran que la convivencia es buena y que las fricciones que surgen no son consecuencia del racismo, sino de problemas personales entre los alumnos. Las bandas juveniles violentas tampoco son preocupantes, aunque han detectado que los jóvenes suelen agruparse con personas de su misma nacionalidad.

Maestros trasladados

Sin embargo, ciertos alumnos británicos sí causan algún tipo de problema, e incluso "algunos maestros tienen que trasladarse", dice la socióloga y coautora del trabajo María Victoria Barceló. Estos conflictos surgen debido a que provienen de familias desestructuradas, de sus grandes dificultades para aprender el idioma y de su concepción de la multiculturalidad, que excluye el intercambio con otras etnias.

Otro dato llamativo que destaca ASTI en su estudio Escolarización del alumnado extranjero en la provincia de Alicante es que tan sólo el 1% de los foráneos acuden a centros privados (debido a su elevado precio).

La clave para integrarlos, según los autores del informe, está en la formación del profesorado, pues figuras como la del mediador cultural están ya obsoletas.

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