Jesulín de Ubrique: así es su vida a la espera de la mayoría de edad de su hija

  • El próximo domingo, 18 de abril, Julia Janeiro cumplirá 18 años.
El torero Jesulín de Ubrique, en una imagen de archivo.
El torero Jesulín de Ubrique, en una imagen de archivo.
GTRES
El torero Jesulín de Ubrique, en una imagen de archivo.

El próximo domingo, 18 de abril, Julia Janeiro cumplirá 18 años. La hija mayor de María José Campanario y Jesulín de Ubrique llegará a la mayoría de edad rodeada de muchas dudas e incertidumbres.

Son muchos los que advierten de que la joven tiene ganas de convertirse en personaje del corazón y que no descarta, en ningún caso, conceder una entrevista para explicar cómo ha vivido todas las polémicas que han rodeado a sus famosos padres. Mientras aumentan los rumores sobre su posible desembarco en la ‘famosfera’, María José y Jesulín echan balones fuera.

No quieren que tropiece en una piedra que puede traerle demasiados problemas. Las consecuencias de una lapidación mediática pueden ser irreversibles. De hecho, Jesús es uno de los ejemplos más claros. Torero admirado y venerado en la década de los noventa, su relación con Belén Esteban y la sobreexposición en los medios sesgó su imagen de tal manera que, de ser idolatrado, pasó a convertirse en uno de los personajes con peor fama y reputación.

La escasa relación con su hija Andrea, fruto de su romance con la ahora colaboradora de Sálvame, y una aparente campaña de desprestigio perfectamente hilvanada acabaron con aquel divertido gaditano que llenaba los programas de titulares y regalaba sonrisas a todo aquel que se le acercaba. "Me han hecho muchísimo daño", se justificaba durante una de nuestras conversaciones, en la que, precisamente, buscaba entender su hermetismo actual.

Lo suyo con la Esteban fue el inicio de una etapa muy complicada que, a pesar de los pesares, todavía no ha terminado. En corrillos privados insiste en que se ocupa y preocupa de su hija mayor, pero que hace tiempo aceptó que había perdido el juicio social. A su lado, eso sí, permanece María José. 

Aunque la irrupción en su vida tampoco fue fácil y ambos tuvieron que luchar contra infinidad de informaciones, supuestas deslealtades y rupturas nunca confirmadas, nada ha conseguido echar por la borda años de feliz convivencia y dos hijos en común. Ni siquiera los problemas que surgieron cuando ella decidió poner tierra de por medio para labrarse un futuro universitario supusieron una crisis insalvable.

Jesús no solo es experto en torear en la plaza, sino también fuera de ella. Los problemas económicos, que llegaron tras las inversiones ruinosas de su fallecido padre, le hicieron tomar el control de sus finanzas en plena ebullición profesional.

Fue uno de los diestros que más corridas protagonizó. No había coso que no lo reclamara. Tal vez por ello no resultó sencillo entender que las buenas intenciones no eran suficientes para administrar una fortuna con la que, eso sí, adquirió la finca Ambiciones o pudo ayudar a su madre, Carmen Bazán, a resolver asuntos pendientes. Familiar y protector, sus hermanos también han sido motivo, en ocasiones, de agitación pública. Aunque no siempre ha sido así, la relación actual con ellos atraviesa uno de sus mejores momentos.

Y ahora, además de sus exclusivas en ¡Hola! y de algún festival benéfico –antes del coronavirus–, se deja querer por los programas de televisión más punteros. Acaba de terminar Dos parejas y un destino en Televisión Española y ya ha fichado por la nueva edición de El desafío, de Antena 3. Es como si el Jesulín que cantó el Toda, toda, toda vestido de blanco nuclear en el festival de Benidorm quisiera recuperar, aunque de forma discreta, la simpatía de un público que, aunque no es el mismo, sigue teniendo ganas de redescubrir figuras de un pasado inolvidable.

Eso sí, nada será igual sin Currupipi, aunque eso, para los más jóvenes, es una cuestión inexplicable.

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