Unos 43.000 docentes valencianos y más de 700.000 alumnos estaban llamados ayer a paralizar el sistema educativo de la Comunitat con motivo de la huelga convocada por la Plataforma en Defensa de la Enseñanza Pública, que integra a sindicatos mayoritarios, asociaciones de padres y alumnos. La jornada fue una muestra más del enfrentamiento abierto que mantiene gran parte del sistema educativo con la Generalitat.
El paro, convocado para exigir la dimisión del conseller Alejandro
Font de Mora y un decálogo de 10 medidas para mejorar la educación pública, se convirtió en una guerra de cifras. Desde la Plataforma aseguraron que el 70% de docentes no fue ayer a clase, una cifra que se elevó al 90% en el caso de los alumnos.
Fuentes de la Conselleria rebajaron estos porcentajes al 25,5% en el caso de los docentes y al 23,5% del alumnado. Para los primeros fue un
"éxito rotundo". Para los segundos, un "fracaso rotundo". Los centros donde hubo un mayor seguimiento fueron los de Secundaria, muy implicados en las protestas que se iniciaron hace un año por la impartición de
Educación para la Ciudadanía en inglés. Casi todos abrieron con servicios mínimos, pero en muchos las aulas estaban desiertas (EPA de Nazaret, Rafael Altamira, Ballester Fandos, Malvarrosa..).
El director general de Personal de la Conselleria, David Barelles, añadió que su departamento "no puede ir más allá" en la negociación, por lo que instó a la Plataforma a abandonar "de una vez la actitud de confrontación".
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