Veinteañeros en el eje del juego de Madrid: "Esto es una tentación"

Una casa de apuestas próximo a un colegio público.
Una casa de apuestas próximo a un colegio público de Quintana.
Jorge Paris
Una casa de apuestas próximo a un colegio público.

Sitúese en la boca de metro Quintana. Quédese quieto y, ahora, gire sobre sí mismo. Una, dos... y hasta tres casas de apuestas podrá alcanzar a ver desde ese mismo punto. Ya si se adentra en la calle Alcalá y callejea un poco por el distrito de Ciudad Lineal se topará con cerca de una treintena de salas de juegos. "Veníamos a hacer unas cosas de la universidad, no teníamos pensado venir a jugar pero nada más llegar al barrio hemos visto cinco locales y, claro, esto es muy tentador...", reconoce Luis que entra en uno de estos locales junto a su amigo de 22 años.

Estos jóvenes del barrio de El Pilar llevan "enganchados al juego desde los 16 años". No se sienten orgullosos, de hecho uno de ellos corre para no dar testimonio. Su amigo Luis siente "vergüenza" por su afición pero cree que la culpa no recae solo sobre sí mismo: "Me lo ponen a tiro de piedra". Hoy, dice, solo apostará 10 euros en la ruleta. Uno la padece y otro la denuncia: "Me parece vergonzoso que haya tantos locales en esta zona", dice un vecino de 27 años que asegura no haber pisado nunca uno de ellos. "Siempre lo ponen en los barrios más humildes para aprovecharse de la gente".

A escasos metros, un colegio y un instituto. Es mediodía y varios padres recogen a sus hijos a la salida de clase. "Me parece muy mal que haya tantas casas de apuestas porque no es benéfico ni para la sociedad ni para los críos". Habla Juan José, un vecino "de toda la vida" y padre de un crío de 11 años.  A la pregunta de si teme a que su hijo, que estudia en el eje del juego, pueda engancharse, Juan José responde que "más que miedo tengo preocupación". Y es que este a este padre se le escapa lo que los niños puedan hablar entre ellos, explica.

Un padre recoge a su hijo del colegio, en el barrio Quintana.
Un padre recoge a su hijo del colegio, en el barrio Quintana.
Jorge Paris

Juan garantiza no haber jugado nunca en un establecimiento de estos. "De joven tampoco". No solo rechazaba el juego cuando lo desconocía, también ahora. Es más: su conocimiento le ha alegado de estos locales. "Yo trabajé configurando estas máquinas tragaperras y, de verdad, están hechas para que pierdas dinero". 

Yolanda, sale del local de juegos.
Yolanda, sale del local de juegos.
Jorge Paris

Una lección que a Yolanda le costó años aprender. Tiempo y dinero. "Yo venía mucho en los recreos mis compañeros". Le parecía "fatal", pero lo hacía "para hacer tiempo mientras estudiaba", dice. Yolanda acudía a mucho de estos centros a la salida del colegio del hijo de Juan José. "Si podía iba todas las tardes, aunque fuera con un euro". Años después "vi que era una estupidez y me di cuenta que era mejor ponerme a trabajar".

Ahora, a sus 29 años, está en paro. Ni siquiera su estado laboral le sirve de aliciente para ser asidua a estos locales de juego. "No vengo a ganar porque se que los voy a perder. Además, como Juan José ha rozado este mundo desde dentro. "Trabajé en el Casino de Gran vía y vi tanta calamidad que me alejé". Yolanda sí, pero su entorno continúa enganchado. "Mis amigos siguen quedando para ir a casas de apuestas, pero yo no voy... bueno quizá de vez en cuando, sí", admite finalmente.

El Ayuntamiento continúa su campaña de inspección a locales de juegos

El Pleno de Cibeles aprobó en enero de 2020 iniciar una campaña "con el objetivo de comprobar la adecuación del local a la licencia de funcionamiento concedida y en todo caso, la existencia de autorización de juego otorgada por la Comunidad de Madrid, la administración que concede las autorizaciones. De ahí que el área de Urbanismo, que dirige Mariano Fuentes haya inspeccionara el año pasado cerca de un centenar de locales.

De los 96 inspeccionados, 9 habían cesado la actividad y 5 se encontraban cerrados. De los 82 restantes, 11 tenían todo en orden y 71 establecimientos presentaban alguna deficiencia: 41 presentaban irregularidades por obras de acondicionamiento puntual o exteriores que no se ajustaban al título habilitante; 59 locales no tenían el seguro completo y dos locales carecían de la autorización de la Comunidad de Madrid. Estos últimos están en la calle Mayor (Centro) y en calle Jerónimo de la Quintana (Chamberí), según informan desde el área.

Es decir, solo dos establecimientos carecían de la autorización de la Comunidad de Madrid para ejercer la actividad en materia de juego y otros 71 presentaban pequeñas deficiencias urbanísticas. Este año, el Ayuntamiento inspeccionará otro centenar de locales, la mayoría en Ciudad Lineal, tal y como ha podido saber 20minutos.

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