Miguel Bosé ha decidido terminar con años de rumores y especulaciones. Lo hará en una entrevista concedida a Jordi Évole que podrá verse el próximo domingo en La Sexta.

Un scoop periodístico de alto nivel, pues el cantante ha sido uno de los personajes más buscados de los últimos tiempos. No solo porque se declaró negacionista del coronavirus en las redes sociales con teorías basadas en conspiraciones, sino también por que sus proclamas hicieron que muchos de los que antes lo admiraban empezaran a verlo con otros ojos.

Miguel, el artista que hizo bailar a millones de personas en todo el mundo, se convertía por sus controvertidas opiniones sobre la pandemia en centro de todas las críticas. Acostumbrado a estar de boca en boca, no soportó eso que tilda de persecución. Informativos, digitales y todo tipo de programas pusieron en solfa sus opiniones.

Su imagen quedó muy dañada. Tanto que decidió desaparecer. Borró toda presencia en redes y desconectó los teléfonos que, hasta la fecha, le servían como conexión con el mundo. Su círculo afectivo, cada vez más limitado, construyó una fortificación en torno a él desde la que vio el tiempo pasar. Dicen que se metió en una burbuja de la que solo salió por la muerte el año pasado de su madre, Lucía Bosé, y por el juicio con su exnovio, el escultor Nacho Palau.

De todo ello hablará en su larga charla con Évole, que ya aventuran será una catarata de titulares. Hasta el momento, solo habíamos escuchado al valenciano –y a su madre– explicar la versión sobre su amargo enfrentamiento. La separación forzosa de sus cuatro hijos, las propuestas para que la relación entre ellos no se rompiera o los motivos exactos que llevaron a la ruina una relación que, a pesar de la discreción, parecía sólida y muy estable.

Una versión que dista mucho de lo sostenido hasta la fecha y que, eso sí, servirá de gasóleo para un fuego mediático que, a día de hoy, eran más bien cenizas.

Entre las confesiones más esperadas, Miguel Bosé también se adentrará en los recovecos misteriosos de su vida para, tal vez, poner el foco en las alargadas sombras que le persiguen desde que empezó a ser conocido. Explicaciones que prometen terminar con el misterio y la ocultación.

Disertará sobre su vida y hará cómplices a los espectadores de sus caídas al vacío

No solo rendirá cuentas sobre la cruenta batalla legal contra el que fue el hombre de su vida, con sus cuatro hijos separados, o sobre los problemas familiares que le han llevado a caminar lejos de sus raíces, sino que también ahondará en aspectos hasta ahora desconocidos. Disertará sobre su vida y hará cómplices a los espectadores de sus caídas al vacío, de los tiempos locos en los que el sexo y el desenfreno lo despersonalizaron.

Esa lucha de Miguel contra Bosé de la que tanto se ha hablado, pero a la que él nunca ha querido hacer referencia. Évole también le arrancará la verdad sobre lo que le sucede en la voz: la afonía ya casi cronificada que le impide hablar con normalidad ha sido, como no podía ser de otra manera, motivo de especulación y debate. Hasta ahora.

Cansado, pero dispuesto a recuperar esa esencia que tal vez murió cuando la prensa cruzó ciertos límites, Miguel regresa a la esfera pública convencido de que su testimonio aplacará la ira de sus haters.

No será fácil que Miguel conquiste a una sociedad que, es consciente, lo ha condenado en ese juicio mediático que se cobra tantas víctimas, pero está dispuesto a abrirse en canal, como nunca, para que quienes siguen distrayéndose con sus errores vuelvan a considerarlo más allá de los traspiés.

Puede que este paso al frente le sirva también al cantante para reconciliarse con aquellos familiares a los que guarda cierto rencor por entrevistas a destiempo y deslealtades difíciles de encajar