Nunca pensó que su estancia en el hospital iba a ser tan desagradable. Emiliano Herráiz, de 53 años, ingresó el lunes 13 de abril en la parte pública de la Fundación Jiménez Díaz por una hiperglucemia (subida en el nivel del azúcar) y estuvo dos horas con su compañero de habitación muerto.

"Estoy operado de la columna y ese día se me disparó la glucosa", explica a 20 minutos. Acto seguido le ingresaron en la habitación 632 de La Concha. El cuarto lo compartía con un señor "más o menos de mi edad que estaba enfermo de hepatitis, de hecho estaba totalmente amarillo", recuerda Emiliano.

"Ese día era capaz de hablar y la noche del lunes la pasó bastante bien, porque estuvo muy sedado". Pero la cosa cambió al amanecer. Después de la consulta del médico, sobre las 10.00 de la mañana, su compañero empezó a agonizar. "El médico le dijo a la familia que sólo le quedaban horas de vida".

A continuación, "como ya estaba un poco más recuperado, me vestí y salí a dar una vuelta por los pasillos". Las horas pasaron y el compañero de habitación de Emiliano no logró sobreponerse de su hepatitis. "A las cinco de la tarde del martes murió y me salí del cuarto".

Para evitar estar a solas con el cuerpo en la habitación, Emiliano estuvo vagando por el hospital, haciendo tiempo hasta que retiraran el cadáver.

"La cena la trajeron pasadas las 19.30 h, pero yo no pude comer porque todavía no habían retirado el cadáver ni limpiado la habitación". Finalmente, a las 19.45 h, según relata Emiliano, lo retiraron y pudo volver a entrar a su cuarto.

A Emiliano, que fue dado de alta a los pocos días, la situación le ha indignado. "Es una vergüenza que me hayan tenido dos horas con una persona fallecida". Ante lo que el considera un atropello no se ha quedado impasible y ha puesto una denuncia en la hoja de reclamaciones en el hospital.

Por su parte, la Fundación Jiménez Díaz, no quiso valorar lo sucedido a 20 minutos por una "política de protección de confidencialidad de los pacientes".

El centro peor valorado

La Fundación Jiménez Díaz es el gran hospital de la región peor valorado por los usuarios de la sanidad madrileña. Así se refleja de la primera encuesta de satisfacción que hizo pública, en marzo, la Consejería de Sanidad. En ella, sólo el 80,4% de los pacientes estaban contentos con el centro. El hospital mejor valorado por los pacientes fue el Puerta de Hierro (88,9%).