La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha afirmado este martes en su cuenta de Twitter que no quiere para Madrid lo que la "izquierda radical quiere para Cataluña" ante las posibles protestas que se han convocado para este sábado, 20 de marzo, en toda España a favor del rapero Pablo Hasél que se encuentra cumpliendo condena por enaltecimiento del terrorismo.

La convocatoria se produce en el contexto de máxima tensión social tras el anuncio de elecciones anticipadas en la Comunidad de Madrid. De hecho, Ayuso auguraba este lunes durante su intervención ante el Comité Ejecutivo Autonómico del Partido Popular de región que, ante las próximas elecciones que se celebrarán el 4 de mayo, se acercan "semanas difíciles" en las que habrá “ataques personales, calumnias, acoso, manifestaciones y huelgas”.

“Madrid no puede convertirse en Caracas. Madrid es ilusión, futuro, esperanza. El Madrid que sufrió tanto el terrorismo que no ve a su himno nacional como una pachanga cutre fachosa. El Madrid que acoge a los maltratados por el independentismo. Eso es Madrid, siempre solidaria y valiente, porque Madrid rechaza la okupación, la quema de sus calles, la expropiación de empresas”, apuntó la mandataria madrileña.

La convocatoria, que se está realizando por las redes sociales, llama a salir a las calles en diferentes puntos de España. La Delegación de Gobierno de Madrid no ha recibido comunicación de dicha manifestación, por lo que sería ilegal, según han confirmado a 'Europa Press' fuentes de la Delegación.

La marcha convocada partirá de Atocha a las 19:00 horas y llegará hasta la Plaza de Cibeles, según se indica en el cartel de la convocatoria, que se realiza bajo el lema: 'Por nuestros derechos y libertades. ¡Amnistía total!. Libertad Pablo Hasél'.

Detención Hasél

Estas nuevas protestas se realizan un mes después de que Hasél ingresara en prisión el pasado 16 de febrero tras ser detenido en la Universidad de Lleida para cumplir una condena de nueve meses de cárcel por enaltecimiento del terrorismo.

Después del arresto del rapero, se produjeron varias manifestaciones en toda España reclamando su libertad y dando lugar a disturbios, especialmente en Barcelona y Madrid. En la capital, las protestas que no contaban con la autorización de la Delegación de Gobierno, acabaron con 19 detenidos y 55 heridos, entre ellos varios policías.