Algunos entrenadores, por su concepción resultadista del fútbol, tienen escaso predicamento entre los críticos de este deporte. Así resulta que gente como Rafael Benitez o Mourinho, con abundantes títulos en su palmarés, no consiguen el beneplácito general, porque buscan el triunfo a partir de la consistencia defensiva y no del espectacular y mejor visto fútbol atacante de Guardiola o Arsène Wenger.

Marcelino García Toral parece encontrarse más cerca de los primeros que de los segundos, pero hasta ahora en el Real Zaragoza no había conseguido que su retaguardia alcanzase algo parecido a la consistencia. Pero de la necesidad se hace la virtud y las victorias están llegando a partir de la mejoría sensible del grupo defensivo del equipo, partiendo de Toni Doblas, con Ayala y Pavón más certeros en las marcas y con Zapater de improvisado y seguro lateral.

En segunda división es vital cerrar con un candado fuerte tu portería y tirar la llave bien lejos. Si tu marcador en contra se queda en cero, ya se ha recorrido un largo trecho, porque la calidad de los zaragocistas siempre aparecerá en un momento puntual, como en la perfecta combinación Ander Herrera- Braulio contra el Girona, y servirá para ganar los partidos. En la Liga Adelante, el mejor ataque es una buena defensa.

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