"Como Don Juan Tenorio, a los palacios subí y a las barracas bajé, y no dejé triste memoria de mí, pero sí memoria, ya que las fotos son nuestra memoria, por lo menos mis fotos". Así presenta la fotógrafa Colita esta retrospectiva de su trabajo (nada menos que 44 años).

Un arte que ha cultivado, en palabras de Pepe Baeza, "como le ha dado la gana". Ahí su suerte pero también su sello y su diferencia. "Me convierte en una privilegiada dentro de mi profesión. No soy la mejor pero probablemente sí la que se ha divertido más".

Una muestra a la que la artista ha dedicado buena parte de su tiempo y su cariño de los últimos meses; no hay más que cruzar las puertas de Efti para recibir y percibir su vital entusiasmo.

Ha querido Colita que la exposición fuera sencilla en su organización, huyendo del manual de instrucciones y las pretensiones. La suya es, como una buena comedia, una propuesta que pretende poco pero consigue mucho.

El plato fuerte

El punto fuerte de esta fotógrafa han sido siempre los retratos, por lo que buena parte de la exposición se dedica a ellos.

Los retratados, Orson Welles, Vargas Llosa, Alberti, Picasso, Antonio Gades o Serrat, dejan clara con su manera de posar (o su contrario: en muchas la naturalidad es justo el valor) la cercanía que con Colita tenían. Hay imágenes de Serrat en casa de Rosa Regás con sus hijos o de Vargas Llosa en el sofá de su casa con dos de sus hijos en bañador. Cuesta destacar sólo unos pocos retratos, ¿cómo no citar las fotos de Antonio Gades y Alberti sujetando una señal en Roma?

La España de los sesenta y los setenta tiene también su hueco. Colita retrató probablemente mejor que nadie la Gauche Divine de Barcelona.

La temática social tampoco falta y en ella destaca, además de las imágenes de los barrios pobres de Barcelona, las fotografías de Piel de toro, un libro antitaurino que hizo con Manuel Vicent. "Soy provida y proanimales" dice la fotógrafa a 20 minutos, y añade "estoy a favor de los niños, las mujeres y los animales, y en ese orden. Porque ellos son los más desprotegidos".

A partir de ahora Colita se despide de los trabajos más incómodos, los de encargo: "Prefiero regalar mi trabajo a cobrar por hacer algo que no me apetece. Estoy en un momento en el que hago más que nunca lo que quiero".

* Efti: c/ Fuenterrabía, 4, 6 y 13. De 9 a 22.30 horas. Gratis.