El G-20, diploma en glamour

  • A la cita no asistieron las mujeres de Sarkozy, Zapatero ni Berlusconi.
  • Tampoco los maridos de Merkel y Fernández de Kirchner.
  • En su lugar, todas las miradas se centraron en Michelle Obama.
Las primeras damas en la cumbre del G-20.
Las primeras damas en la cumbre del G-20.
Daniel Hambury / Efe
Las primeras damas en la cumbre del G-20.

Tras días de cenas y reuniones, la cumbre del G-20 no ha logrado aún cumplir del todo con dos de sus grandes objetivos:  trazar un plan para solventar la actual crisis financiera y albergar una gran pasarela  de primeras marcas y glamour auspiciada por las primeras damas más bellas de los países más poderosos del mundo.

Tras la anunciada ausencia de Carla Bruni, Sonsoles Espinosa y la ex Miss Italia Verónica Lario,  ahora esposa de Silvio Berlusconi, ha sido Michelle Obama la encargada de soportar el peso de los flashes.

Con el fin de no defraudar, la esposa del primer presidente estadounidense ha asistido con un buen surtido de faldas y rebecas de corte sencillo, ocasionalmente salpicadas de lentejuelas, diseñadas por firmas estadounidenses, entre ellas J Crew.

Su objetivo, como el de la anfitriona del evento, Sarah Brown -mujer del primer ministro británico- sería el de mostrar su apoyo a la labor de los jóvenes modistos  de sus países que comercializan prendas a precios accesibles (se calcula que uno de los modelos que Obama ha lucido cuesta unos 350 euros).

Para la noche, Obama exhibió faldas de media capa y vuelo, y su inseparable collar de perlas de dos vueltas.

Por su parte, Sarah Brown, más sobria que su compañera, lució creaciones en tonos azul oscuro de su diseñadora fetiche, Britt Lintner, una experta en el arte de configurar looks "profesionales, pulidos y prácticos". El precio de cada uno ronda los 300 euros.

En la cita compiten en belleza  la mexicana Margarita Zavala y la canadiense Laureen Harper. También han acudido Gursharan Kaur, esposa del primer ministro indio; Kim Yoon-ok, esposa del presidente surcoreano o Svetlana Vladimirovna Medvedeva, esposa del dirigente ruso.

Mejor solas que en el G-20

La noticia de la ausencia de Carla Bruni fue el primer varapalo del evento. La atractiva esposa del presidente Nicolas Sarkozy -ex modelo, ex rompecorazones, la más elegante entre las elegantes- anunciaba hace unos días que no asistiría a la cita en Londres. El Palacio del Eliseo excusaba su ausencia recordando que la mujer del dirigente francés "acostumbra a acompañar a su marido sólo en visitas de Estado".

No es la única que no ha acompañado a su pareja en su viaje de trabajo. La esposa del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, Sonsoles Espinosa, ha optado por quedarse en casa y dar plantón a los numerosos paparazzi que esperaban retratar a la que ha sido erigida por el diario The Guardian como el nuevo mito de sofisticación del mundo de la política y la única capaz de cubrir el hueco de Carla Bruni.  La Moncloa no ha explicado los inesperados motivos que han retenido a la mujer del dirigente en España, quien siempre ha preferido mantenerse en un segundo plano.

También se disculparon por no acudir a la cumbre la esposa de Silvio Berlusconi, la despampanante Verónica Lario, y los maridos de Ángela Merkel -Joachim Sauer- y de Cristina Fernández de Kirchner, el ex presidente argentino Néstor Kirchner. Éste último acudía este jueves al velatorio del ex presidente Raúl Alfonsín.

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