El uso del patinete eléctrico se multiplica por cuatro en la metrópoli de Barcelona en tres años

  • Los desplazamientos diarios en vehículos de movilidad personal han pasado de 10.000 en 2017 a 40.000 en 2019.
  • El 54% de los movimientos con VMP se hacen por motivos de trabajo y estudios.
  • La accidentalidad es prácticamente tres veces más elevada que la de los desplazamientos en bicicleta.
Una usuaria del patinete eléctrico en la Avenida Diagonal de Barcelona.
Una usuaria del patinete eléctrico en la Avenida Diagonal de Barcelona.
Alèxia Vila / ACN
Una usuaria del patinete eléctrico en la Avenida Diagonal de Barcelona.

El uso del patinete eléctrico en el área metropolitana de Barcelona en días laborables se ha multiplicado por cuatro en tres años. Los desplazamientos en vehículos de movilidad personal (VMP) han pasado de los 10.000 diarios que se registraban en 2017 a 40.000 en 2019.

Sin embargo, pese a este incremento, el uso de este método de transporte representa sólo el 0,4% de los desplazamientos en el área metropolitana mientras que, por ejemplo, la bicicleta supone un 1,9%.

Así lo indica el estudio sobre VMP presentado este martes y elaborado por el AMB y el Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona (IERMB), en el que se ha analizado el uso, el comportamiento y el perfil de los usuarios de los vehículos de movilidad personal, la mayoría patinetes eléctricos.

Perfil de uso: hombres de entre 30 y 44 años

En cuanto al perfil de uso del patinete eléctrico, aproximadamente la mitad de las personas que lo utilizan tienen entre 30 y 44 años y son mayoritariamente hombres (60-70%). Por otra parte, las personas que usan estos vehículos van menos a pie y en coche que la media de la población, pero más en bicicleta, en moto y en transporte público.

El 54% de los desplazamientos con VMP son por motivos de trabajo o estudios y el 46% por motivos personales. Estos viajes tienen una duración media de 15 minutos y se producen mayoritariamente en el continuo urbano de Barcelona.

En total, cerca de 118.000 personas son usuarias ocasionales o habituales del patinete, el segway u otros artilugios, mientras que más de 40.000 tienen uno o más patinetes en el hogar, según datos de la Encuesta de movilidad en día laborable (2019), anterior a este nuevo estudio. 

Respecto al uso del patinete compartido, en Barcelona operan sólo tres empresas de este tipo tras la irrupción de este vehículo entre 2017 y 2018, lo que provocó conflictos entre empresas y administraciones locales en toda España y Europa.

Siniestralidad, el triple que la bicicleta

Según datos del Ayuntamiento de Barcelona, en la ciudad se produjeron 490 accidentes con vehículos de movilidad personal implicados en 2019, con tres heridos graves, por lo que la accidentalidad es prácticamente tres veces más elevada que la de los desplazamientos en bicicleta.

Pese a los avances en cuanto a la regulación del uso de los patinetes eléctricos, el AMB señala que la normativa sigue siendo confusa al no haber un marco normativo común en el ámbito europeo y al existir todavía algunas diferencias entre municipios.

Homogeneización de las ordenanzas municipales

Por este motivo, una de las propuestas de mejora que presenta el estudio es precisamente la homogeneización de las ordenanzas municipales en esta materia, además de informar a la ciudadanía y a los cuerpos de policía local sobre la normativa.

"A partir de estos resultados del estudio, desde el AMB seguiremos impulsando la homogeneización de las ordenanzas municipales de la metrópolis de Barcelona, para alcanzar una misma normativa de circulación de los VMP”, explica el vicepresidente de Movilidad, Transporte y Sostenibilidad de la AMB, Antoni Poveda.

La entidad también propone otras medidas como la pacificación del tráfico para mejorar el encaje de los VMP en la ciudad, redistribuir el espacio vial en detrimento del vehículo privado a motor o plantear licencias metropolitanas de patinetes eléctricos de uso compartido.

“Tenemos que encontrar la manera de lograr una buena convivencia entre todos los modos de transporte, también con la bici y los VMP", señala Poveda.

Ventajas e inconvenientes del uso del patinete eléctrico

De este estudio se desprende que el uso de los patinetes eléctricos puede suponer tanto un incentivo como un amenaza en el desarrollo de un modelo de ciudad sostenible y que todo depende de cómo se utilicen.

En cuanto a las ventajas, la responsable del área de movilidad del IERMB, Maite Pérez, destaca "la potencialidad de trasvase del vehículo privado motorizado al patinete eléctrico y también el uso combinado de este tipo de vehículo con el transporte público", lo que, entre otras cosas, permitiría descongestionar el tráfico en hora punta.

Sin embargo, Pèrez señala que el uso de este vehículo también puede acarrear inconvenientes como "los conflictos de convivencia con peatones y ciclistas, la ocupación del espacio público o el hecho de que muchos usuarios de patinetes eléctricos antes se desplazaban caminando", además de la siniestralidad.

En este sentido, este nuevo estudio, señalan desde ambas organizaciones, será una herramienta útil para analizar y decidir cómo se debe incluir este reciente modo de transporte y qué regulación debe tener a la metrópolis de Barcelona.

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