Seductor, extravagante e imprevisible. Son sólo tres de los muchos adjetivos que podrían aplicarse a una de las grandes figuras de la música pop de las últimas tres décadas. Prince Rogers Nelson. O Prince a secas.

La última estrategia del de Minneapolis pasa por tratar de llegar a sus fans con el menor número de intermediarios posible. Este domingo, Prince pone a la venta tres discos de manera simultánea. Y poco convencional.

LotusFlow3r, MplSound y Elixir verán la luz exclusivamente a través de los grandes almacenes Target, originarios de su ciudad natal. Los dos primeros son discos al uso. El tercero viene firmado por Bria Valente, su nueva protegida, con la que ha colaborado. Prince ha declarado que se trata de un álbum abiertamente sexual, pero que no entra en conflicto con su devoción como testigo de Jehová.

El triple CD podrá adquirirse al razonable precio de 11,98 dólares (9,51 euros). Además, el músico ha puesto en marcha una web, donde sus fans podrán descargar los discos. La nueva aventura de Prince al margen de la industria a la que tantos dividendos aportó en su día no ha pillado por sorpresa a nadie. Hace apenas dos años regaló su álbum Planet Earth con el diario británico Mail on Sunday. Aquello enfureció a las tiendas de discos londinenses.

Meteórico

Aunque muchos jurarían que el tiempo no pasa por sus carnes, Prince va camino de cumplir los 51. Mucho ha llovido desde que, a mediados de los setenta, un pequeño joven de Minneapolis empezó a trabajar como asistente en un estudio de grabación. Como sueldo no pedía dinero, sólo que le dejaran grabar allí su música. Así dio a luz unas primeras maquetas que cautivaron a su círculo más cercano y le llevaron a grabar su primer disco: For you.

Comenzó así una carrera meteórica que le llevaría, a mediados de los ochenta, al estrellato masivo. En 1984 arrasó con Purple Rain, que lo convirtió en un músico superventas tan sólo superado en popularidad por un pequeño número de artistas, entre los que se encontraba Michael Jackson.

Años después, Prince se reinventaba. Entre sus muchas excentricidades, muchos recuerdan la decisión que tomó en 1992 de cambiar su nombre por un símbolo impronunciable, mezcla de los signos masculino y femenino.

Prince contra el mundo

Por aquel entonces, la pelea con su discográfica, Warner, se encontraba en su punto álgido. Su rebeldía terminó con una marginación por parte de la industria y un pleito multimillonario con la casa discográfica.

Prince el conquistador

La vida amorosa y sexual de Prince siempre fue parte de su leyenda como artista. Buena parte de la culpa la tienen las letras de sus canciones, de alto contenido erótico. Durante los años ochenta compartió cama con un gran número de mujeres, pero no fue hasta el Día de San Valentín de 1996 cuando contrajo matrimonio con la bailarina Mayte Garcia.

En 1999, la pareja se divorció. De 2001 a 2006, Prince se embarcó en una nueva aventura matrimonial con Manuela Testolini. La vida sexual de Prince siempre ha estado plagada de rumores que le han relacionado con celebridades como Madonna, Carmen Electra o Kim Basinger.

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