Santiago del Valle, presunto autor de la muerte de la niña onubense Mari Luz Cortés a principios del año pasado y actualmente en prisión, no está contento con su actual situación personal y del trato que recibe de la Junta de Andalucía. Así, mediante una carta, ha presentado una queja indicando que es injusto que le hayan embargado su pensión por invalidez.

La carta, firmada por el propio Del Valle, está escrita desde la cárcel de Albolote donde se encuentra. Entre numerosas faltas de ortografía, habla de injusticia social, ya que este embargo supone perder los 336 euros mensuales que venía cobrando tanto él como su esposa.

El juez Rafael Tirado ha embargado ambas pensiones para hacer frente al pago de la indemnización que deben abonar a su hija por los abusos sexuales a los que fue sometida. El pederasta dice, además, haber escrito varias cartas al juzgado y a la fiscalía para elevar esta queja.

Minusvalía

A principios de pasado mes de diciembre, se supo que Santiago del Valle tenía declarado por la Junta una minusvalía del 75%, sostenida en su trastorno mental por psicosis, además de un trastorno digestivo funcional y una enfermedad del aparato digestivo (enfermedad de Crohn), enfermedades por las que obtuvo un 63% y a los que sumaron 11,5 puntos por factores sociales complementarios.

Los expertos del Instituto de Medicina Legal (IML) de Granada le examinaron hace unos meses en la prisión trazaron un perfil psicológico muy revelador. Para ellos, es un pederasta sarcástico y un manipulador de manual con un despego social extremo y una gran frialdad emocional en relación con el crimen de Mari Luz, en el que mantiene una actitud "de víctima".

Según se detalla en el sumario del caso, los forenses destacan la "conducta manipulativa de su enfermedad" que usa premeditadamente para cobrar la pensión no contributiva que disfruta desde 1995 y excusar sus fechorías.