Aprovechando la celebración del Año Nuevo, unos desconocidos entraron en uno de los remolques del Circo Roma (por aquel entonces en San Sebastián de los Reyes) y se llevaron a una babuina . Los dueños del circo hablaron de gamberrada, de robo y de tráfico de animales. El rastro de la mona se desvaneció y no volvieron a saber más de ella.

Este lunes, tres meses después, volvimos a tener noticias de la primate. Lo que parecía un secuestro fue, en realidad, "un rescate"; y sus raptores no eran ladrones, sino "defensores de los animales". Su acto, lejos de tener una intención delictiva, pretendía "poner fin a muchos años de privación de libertad, sufrimiento y desolación", según cuentan los activistas en una carta enviada a la asociación Igualdad Animal.

La babuina, bautizada como Moses, entró en el circo hace siete años, cuando todavía era una cría. "Participaba en los números y suelen obligar a los babuinos a hacer cosas como vestirse, fumar o andar en bicicleta", explica José Valle, portavoz de Igualdad Animal. "En los últimos 8 meses no aparecía en los espectáculos y ni siquiera salía de la jaula", añade.

A la vista de la "esclavitud y trato vejatorio" que sufría, los activistas se colaron en el circo, abrieron la jaula y se la llevaron "a un refugio temporal cerca de Madrid". Ahora, según Igualdad Animal, Moses está "en semilibertad, seguramente fuera de España".

Podrían ir a la cárcel

Los 'secuestradores' no dan la cara por miedo a las represalias legales: un juez podría enviarles a la cárcel, culpándolos de robo, uso de fuerza y allanamiento de morada. Los dueños del circo denunciaron en su día la desaparición del babuino. 20 minutos no pudo hablar con ellos, pero sí con el presidente de la Asociación de Amigos del Circo, José Palacios, quien defiende que "los animales están bien cuidados" y acusa a los ecologistas de "robar un animal que tenía su dueño".