El tráfico de viajeros de la línea de Cercanías Casetas-Miraflores, que se inauguró antes de la Expo, ha caído a la mitad en sólo nueve meses.

En julio de 2008, este servicio registró 44.703 viajes, mientras que en los últimos meses apenas se han superado los 20.000 y en diciembre sólo hubo 18.857 usos, la cifra más baja desde su inauguración, según los datos de Renfe que recoge la agencia Maaszoom.

La operadora achaca este descenso a que durante la Expo la afluencia fue «extraordinaria» y asegura que confía en que la demanda se irá recuperando poco a poco.

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