Un taller de restauración de órganos históricos en Medina de Rioseco es de los pocos que subsisten en la región.

Lo regentan los musicólogos Berchtold Soergel y Ana Caramanzana, quienes sostienen a duras penas en Castilla y León un oficio en peligro de extinción que demanda múltiples conocimientos técnicos.

La restauración material del órgano exige una reconstrucción histórica de la época de fabricación, saber para qué templo se encargó, por cuánto dinero y con qué filosofía y estética para que el arreglo sea «lo más respetuoso posible», explica Ana Caramanzana.

«Es un trabajo muy difícil porque requiere de conocimientos técnicos como el dibujo lineal, matemáticas, acústica...», explica esta mujer que aprendió el oficio durante diez años en el taller de un maestro alemán y después los amplió en Barcelona.

En 2003, junto a su marido (constructor de pianos, órgano y clave), abrió este taller, donde ahora afrontan la reparación del órgano de la iglesia de San Martín.

Este trabajo no ha sido el único en estos seis años y continúa con la esperanza de recuperar el valor que un día tuvo el órgano en España, informó Efe.

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE VALLADOLID