El Ministerio de Fomento ha lanzado un plan de choque para tratar de frenar las cifras de siniestralidad en las carreteras gallegas a partir de verano: el Gobierno señalizará 33 puntos negros en la comunidad, con el fin de acabar con los Tramos de Concentración de Accidentes (TCA) en 13 vías.

Lugo será la provincia más marcada, ya que en ella se encuentran ocho de cada diez objetivos de los que se ha fijado Fomento para Galicia (25 tramos). Le siguen Pontevedra (cuatro puntos), Ourense (tres) y A Coruña, con tan sólo uno. Fomento se ha basado en el índice de peligrosidad de las vías y el papel de la velocidad en los accidentes. Así ha optado por marcar las zonas donde se cuadriplican los índices medios de riesgo que se registran en el conjunto de España.

La actuación, sin embargo, se queda corta en opinión de los expertos. Según el último informe de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), en la comunidad existen al menos 48 puntos negros. Y, lo que es más alarmante -entiende el colectivo-, la mayoría de radares fijos no están instalados en estos tramos de la red gallega de carreteras. Por ello, el objetivo del Ministerio de Fomento en una segunda fase de este proyecto es el de colocar dispositivos de control en estas vías donde se señalizarán los nuevos TCA.

El mapa de siniestros