Los trabajos para la construcción de un aparcamiento en un solar cercano a los jardines del Valle y la iglesia de los Gitanos sacaron a la luz unos restos arqueológicos que ahora se encuentran abandonados y llenos de basura.

Fueron analizados por un equipo de arqueólogos contratados por la empresa Equipark, encargada de realizar las obras del parking. Su informe, según el Ayuntamiento, ha sido o está a punto de ser remitido a la Comisión de Patrimonio para su valoración.

Pero mientras tanto, las cuatro catas que se hicieron en el lugar se han convertido en el basurero donde depositar materiales inservibles. Allí pueden verse los restos de un ordenador, de botellas, vasos y otros elementos utilizados para el botellón, heces humanas y de animales, el carrito estropeado de un bebé, restos de obra...

Y todo entre lo que parecen restos de un pozo o de los muros de una antigua vivienda. La zona estaba protegida por un muro que ha sido derribado y ahora permite el paso al cualquiera, con lo que los jóvenes lo han convertido en una zona para el botellón los fines de semana.

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