El Ayuntamiento quiere poner ante el juez a vándalos y gamberros

Para que sus destrozos no queden impunes. La policía vigilará la plaza del Cristo de Burgos para que no vuelva el botellón
Destrozan paradas de autobús, queman contenedores... y salen prácticamente impunes después de los hechos. Para evitarlo, el Ayuntamiento de Sevilla quiere llevar a los tribunales los casos de vandalismo urbano.

Ahora, aunque los vándalos sean apresados por agentes policiales, salen libres por no haber actuación judicial, o simplemente se enfrentan a una pequeña multa.

Con esta iniciativa, que se debatirá hoy en la Junta de Gobierno, el Ayuntamiento se presentaría como acusación particular ante el juzgado contra el causante del estropicio.

Esta medida se acordó ayer en la reunión del Centro de Coordinación Operativa (Cecop) de la movida, que pondrá en marcha todo un despliegue para este próximo fin de semana.

Más control

Vigilarán la plaza Cristo de Burgos para que los jóvenes con sus bebidas no vuelvan a instalarse en ella, como ya han denunciado los vecinos.

Establecerán controles de radar, alcoholemia y motocicletas en puntos de tráfico conflictivos. Precintarán los locales que venden alcohol fuera de hora, que ya se están enfrentando a multas de entre 20.000 y 24.000 euros.

El Ayuntamiento, además,  ha reconocido no tener medios suficientes para controlar la movida y espera que la Junta dé medios para ayudarles. Pero el tema está en boca de todos.

El Consejo de  Alumnos de la Universidad de Sevilla ha pedido que las administraciones consulten también a los jóvenes a la hora de regular el botellón. Y los empresarios de bebidas destiladas dicen que, además de prohibirlo, deben poner en marcha medidas educativas.

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