Al salir del metro en la estación de Puente de Vallecas, el usuario recibe una atronadora bienvenida. El ruido de las ambulancias se mezcla con el del motor de la furgoneta de un repartidor. Imposible no taparse los oídos, y la nariz. Éstas son sólo algunas de las consecuencias que sufren los vecinos de tres barrios por culpa de los scalextric que aún quedan en la capital.

Estas infraestructuras están en la avenida Ciudad de Barcelona con la M-30 (Puente de Vallecas), en la calle Pedro Bosch con Doctor Esquerdo (Pacífico) y en Príncipe de Vergara con López de Hoyos (Salamanca).

Aunque muchos de los residentes vieron la luz cuando se eliminó el scalextric de Cuatro Caminos, en 2005, porque pensaban que cundiría el ejemplo, el Ayuntamiento de Madrid ha asegurado a 20 minutos que "no está previsto quitar los scalextric que quedan, por cuestiones técnicas".

"Vistas horrorosas"

La ruta de los scalextric empieza en Puente de Vallecas, donde el ruido es más que molesto. Algo que sabe muy bien Juan Trevijano, un promotor inmobiliario al que precisamente el bullicio le impide vender sus pisos. "La contaminación es bestial, de hecho hemos puesto en todos los pisos secadora porque si se tiende fuera la ropa acaba negra", explica Trevijano. Y lo peor está por llegar: "Ahora que viene el buen tiempo no se puede ni abrir las ventanas".

Pocos metros más allá, al peatón le sorprende otro scalextric: el de Pacífico. "Llevamos toda la vida con esto", dice con resignación Luis Miguel Fernández, un celador de hospital de 38 años, que asegura que "lo ideal sería que nos hicieran un bulevar porque las vistas son horrorosas y para cruzar estas calles hay que dar un rodeo horrible".

En López de Hoyos (Salamanca) la cosa no está mucho mejor. "Lo ideal sería que lo soterraran, pero sería carísimo", argumenta Josefa Sánchez, una empleada de banca de 56 años que abre las ventanas porque sus hijos, alérgicos, "se ahogan con tanta polución". Josefa, como muchos vecinos de la zona de avenida de América, ha tenido que poner aire acondicionado porque "en verano con tanto ruido no podemos ni ventilar".

Pasaron a mejor vida

Hace años que el Ayuntamiento de Madrid quitó dos de los míticos scalextric de la ciudad: el de Atocha y el de Cuatro Caminos. El primero, construido en 1968 y desmantelado definitivamente en 1992, impedía ver una de las vistas más bonitas de la capital. El segundo, ideado en 1969, tras 36 años de existencia, dejó sitio al actual túnel de 500 metros de largo y dos carriles por sentido.