La ley General de la Comunicación Audiovisual establece que los espectadores "tienen el derecho a conocer la programación televisiva con una antelación suficiente, que en ningún caso será inferior a 3 días" y además, obliga a que las cadenas publiquen esa programación: "En el caso de la programación televisiva, además la programación se dará a conocer mediante una guía electrónica de programas". 

Este artículo, el 6.2 es el que podría haber incumplido Telecinco este domingo, cuando sustituyó la película El Fraude, que estaba anunciada en la parrilla, por una emisión del espacio Deluxe, que tuvo que ser cancelado el sábado por el temporal. 

Así, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia podría investigar este cambio repentino en lo anunciado, que podría llegar a considerarse contraprogramación. 

La ley contempla excepciones a la norma, previstas para ocasiones excepcionales y ajenas a la voluntad de las televisiones. "La programación sólo podrá ser alterada por sucesos ajenos a la voluntad del prestador del servicio audiovisual o por acontecimientos sobrevenidos de interés informativo o de la programación en directo", dicta la normativa. 

Así, la sustitución de Deluxe el sábado por un programa grabado de Viva la vida (como así fue) tendría sentido, pues Deluxe es un programa en directo que no se pudo hacer por el temporal, ante la imposibilidad de que invitados y equipo llegaran hasta las instalaciones de Telecinco en Fuencarral. 

Sin embargo, es más discutible que esa excepción pudiera aplicarse en el cambio de la película prevista para el domingo por la noche por el Deluxe que tuvo que ser cancelado el día antes, un cambio que fue anunciado el domingo por la mañana.