Las librerías catalanas piden ser reconocidas como "bienes esenciales" para poder abrir los fines de semana

  • El Govern decretó el cierre de los comercios no esenciales los fines de semana entre el 7 y el 17 de enero.
  • Los vendedores restan a la espera de una respuesta por parte del Procicat para abrir mañana: "Tenemos esperanza".
Librería Lata Peinada en Barcelona
Librería Lata Peinada en Barcelona.
Hugo Férnandez
Librería Lata Peinada en Barcelona

Las librerías de Cataluña se han visto obligadas a bajar sus persianas los fines de semana debido a las nuevas restricciones adoptadas por la Generalitat para frenar la propagación de la tercera ola del coronavirus en la comunidad. Todos los comercios considerados no esenciales, entre los cuales no están incluidas las librerías, deberán permanecer cerrados durante el fin de semana, de momento, hasta el 17 de enero.

Los que cuenten con más de 400 metros cuadrados tampoco podrán hacerlo durante la semana. Aun así, muchas librerías no sabían si este viernes podían abrir sus puertas delimitando la zona a una superficie dentro de lo permitido. Ante la incertidumbre, el Gremi de Llibreters de Catalunya ha recomendado que, al menos hoy, lo hicieran de este modo, a la espera, eso sí, de una respuesta de las autoridades catalanas.

Estas medidas ponen en jaque a todos los comercios catalanes pero los libreros han alzado la voz para pedir que se les reconozca como "bienes esenciales" de acuerdo con la declaración que el Departament de Cultura hizo en septiembre, declarando el libro y la cultura "servicios esenciales".

"Si el libro es esencial, hay que ser coherentes y una librería no puede cerrar", ha manifestado a 20minutos la presidenta del Gremi de Llibreters de Catalunya, Maria Carme Ferrer, quien asegura que aún están negociando la posible apertura de las librerías este sábado. "Tenemos esperanza, pero no podemos esperar a las ocho de la noche para saber si mañana abrimos o no", añade Ferrer.

Desde el Gremi defienden el "bien social" que hacen a través de la lectura y destacan que, en esta situación de pandemia, las librerías suponen "una desconexión". De hecho, sostienen que "si hubiera otro confinamiento" como el de marzo, deberían estar abiertas.

Ferrer ha remarcado que las pérdidas económicas no son la principal preocupación del sector, pues muchos otros sectores también se han visto afectados por las restricciones. "Perdemos un día de venta, pero es que todo el mundo lo está perdiendo", ha aclarado. La queja, por tanto, va más encaminada por la falta de reconocimiento al sector.

"Aún estamos negociando pero pensamos que es posible que este sábado abramos".

Auge de la venta de proximidad desde el confinamiento

Ferrer explica que son los establecimientos de las grandes ciudades los que más están sufriendo los efectos de las limitaciones de movilidad y que, por contra, los que salen mejor beneficiados son los pueblos pequeños. 

"La gente ahora tiende más al comercio de proximidad", apunta, porque las restricciones obligan a que los vecinos de pequeños pueblos se queden a comprar allí. 

El Síndic insta al Govern a revisar el cierre de las librerías

El Síndic de Greuges ha considerado este viernes "desproporcionada" e "injustificada" la medida adoptada que implica el cierre de librerías en fin de semana y ha instado al Govern a revisarla. 

En un comunicado ha expuesto que éstas son "establecimientos comerciales dedicados a la venta de un producto cultural", por lo que ajustándose a la declaración de la cultura como servicio esencial, "no existe una justificación" que avale la prohibición de apertura. 

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