Que el 2020 ha sido un año duro para todos lo sabe cualquiera, pero también es evidente que ha sido muy difícil para Paz Padilla, quien se ha enfrentado no solo a la pandemia, sino al fallecimiento de su marido Antonio Juan Vidal, su madre y su suegra.
Aun así, la comediante ha demostrado su entereza y su valor al tomarse la muerte como parte de la vida y no perder ni ápice del humor que la caracteriza, dando una lección a todo el mundo.
Pero muchos son los que aún no la comprenden o continúan quejándose. Por ello, este martes en Sálvame aprovechó para intentar pedir a la gente que tuviera una actitud positiva ante los reveses de la vida, como había tenido ella.
Fue durante una conexión con Kiko Hernández, que fue a la iglesia de San Antón en Madrid para repartir juguetes y alimentos. "Hay que valorar la vida. Valora la vida, que es maravilloso estar vivo, que es maravilloso tener a un familiar y tener un plato en la mesa. Estoy cansada de escuchar a la gente quejarse. ¡Es horrible!", dijo la presentadora.
Y es que, aunque cada uno vive el duelo a su manera, ella es, sin duda, una de las que más rotas podría estar este año. "Estoy intentando luchar con la vida y levantar cabeza y ser feliz y todo el mundo se queja. La vida es maravillosa y podemos ser felices", añadió.
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