Lo que viene siendo estar en el lugar inadecuado en el momento más inoportuno. Porque ni siquiera iba con ella la cosa, pero fue un cúmulo de decisiones las que hicieron que Kylie Jenner apareciese este lunes a la salida de la tienda Moncler y a partir de ahí...

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La influencer se llevó un enorme susto cuando salió del establecimiento de Beverly Hills, en Los Ángeles. Allí se habían congregado multitud de activistas por los derechos de los animales y Jenner tuvo la mala fortuna de estar allí y verse increpada por estos.

Tampoco es que sea mala fortuna del todo, pues la celebrity había acudido a Moncler en su Rolls Royce y se vio rodeada por los manifestantes, que habían acudido megáfono en mano para protestar contralas prácticas de la cadena por el uso de pieles.

La hermana de Kim Kardashian vivió unos momentos de tensión pues los animalistas atacaban la industria peletera y a sus consumidores, entre los que se encuentra Jenner, que profirieron diversos gritos tildándola de "monstruo" por apoyar esta línea, que vende ropa confeccionada con materiales de origen animal.

Tal y como se observa en el vídeo que ha difundido el canal TMZ, Kylie no era el objetivo porque los manifestantes desconocían que ella iría al establecimiento de la firma italiana, pero una vez allí, la empresaria tuvo que lidiar con su animadversión por el uso de pieles para sus estilismos, algo que no puede ocultar, como se puede comprobar en su Instagram (donde tiene alrededor de 205 millones de seguidores).

"¡Debería darte vergüenza!", "¡Asesina!"o "¡Nos pones enfermos!" fueron algunas de las consignas que la socialité escuchó mientras, como se observa en las imágenes, sus guardaespaldas apartaban a los activistas para que su coche pudiese salir del barullo.

No hay que olvidar que, a diferencia de Kim Kardashian, Kylie Jenner no ha renunciado al uso de pieles de animales y ya el año pasado hubo de hacer frente a las muy numerosas críticas por posar con una de sus mejores amigas, Anastasia Karanikolaou, vistiendo abrigos a juego de Saks Potts, cuyos cuellos estaban hechos con piel de zorro. Y a primeros de este año sus lágrimas por los koalas de Australia que habían sufrido la ira de los incendios fueron consideradas de cocodrilo por lucir a su vez unas zapatillas hechas con pelo de visón.