El spray siempre ha estado mal visto. Por la capa de ozono y todo eso. El grafitero, igual. Por el vandalismo, etc., pero el arte parece abrirse camino entre los prejuicios.

Este fin de semana, una veintena de artistas del grafiti granadinos y afines se darán cita en plena calle para mostrar sus pinturas en directo. La plaza Bib Rambla esta misma mañana; el Paseo de los tristes, mañana, y la plaza de las Pasiegas el domingo serán los talleres callejeros de estos artistas urbanos, abiertos de par en par.

Eso sí, los muros de esta plaza seguirán intactos y, si igual se escapa alguna firma, seguro que es de alguien del público y no de los artistas. Las paredes seguirán del color de siempre. Las obras se realizarán en lienzos de dos por dos que posteriormente serán expuestos en la Casa Museo Ángel Ganivet.

Curiosa la iniciativa, que promueve un estamento público, cuando algunos de estos grafiteros acumulan mucho dinero en multas por hacer exactamente lo mismo que harán este fin de semana, pintar.

Algunas de esas multas se imponen a pesar de que sus grafitis se hacen en muros en los que los dueños dan específicamente su permiso. Los policías podían darse un paseo para que se den cuenta de que el grafitero es tu amigo.