Estas son alguna de las conclusiones de la encuesta realizada a 800 personas en Euskadi, del 9 al 20 de noviembre de 2020, en torno a la situación en el cuatro trimestre de 2020. El estudio constata un deterioro de la confianza de los hogares vascos y se apunta a que 2020 ha marcado el punto de inflexión en la recuperación de la confianza de los hogares vascos.

En concreto, se señala que, después de cinco años de mejoría, la crisis generada por el covid-19 les ha devuelto a los niveles de pesimismo de la crisis de 2008. El Índice de Confianza del Consumidor vasco ha mostrado, trimestre a trimestre, el deterioro de su confianza y hay "escepticismo" ante la recuperación que ya se aplaza a 2021.

En concreto, entre el primer (-1) y cuarto trimestre (-33), el índice de confianza ha perdido 32 puntos, desplome que ha sido mayor que el registrado en 2008 (-21 puntos, en el mismo periodo).

Sobre la opinión de los hogares vascos con respecto de la evoluciónsocio-económica general en los próximos doce meses, los hogares vascos (-33) al igual que en el Estado (-28), la UE-27 (-18), Alemania (-11), Francia (-16) o Reino Unido (-22) son pesimistas. Además, enel cuarto trimestre sus expectativas se han deteriorado, de acuerdo con la segunda ola de la pandemia y las medidas de contención implementadas.

Del mismo modo, la valoración de la situación del entorno empeora, ya que las expectativas sobre la economía general (-50) y el empleo (-60) están "hundidas" y no mejoran con respecto del tercer trimestre (-45 y -58 puntos, respectivamente).

Sin embargo, la valoración de la situación del hogar es menos pesimista, y, en concreto, las expectativas sobre la economía del hogar y de la capacidad de ahorro son menos negativas (-17 y -5) y apenas empeoran en estos tres últimos trimestres.

Por otro lado, los hogares anticipan un escenario de cierto repunte inflacionista (-23) y mantienen una valoración del momento de compra negativa (-13); unos indicadores que empeoran respecto del tercer trimestre. La expectativa de realización de grandes compras mejora, pero sigue siendo negativa (-12) y se consolida la atonía en la intención de compra de vivienda o de automóvil.

Se confirma la contracción en el consumo y la inversión de los hogares. En concreto, entre enero y octubre se ha vendido un 14% menos de viviendas y, entre enero y noviembre, la venta de vehículos cayó un 26%, en ambos casos, con respecto de los mismos periodos de 2019.

En síntesis, según Laboral Kutxa, en el cuarto trimestre de 2020 los hogares vascos van adecuando sus expectativas a una realidad condicionada por la gestión de la crisis del covid-19, que "determinará la rapidez y fortaleza de la recuperación de la actividad económica y del empleo".

Además, concluye que el año 2020 ha paralizado las decisiones de consumo e inversión de los hogares, que han apostado por el ahorro y que se sitúa en "niveles históricamente altos". En este sentido, señala que se confirma que la solución de la crisis sanitaria será "el factor detonante de la recuperación de una crisis claramente exógena ala estructura económica".