La temporada de gripe más suave de los últimos cinco años está a punto de terminar y los expertos del Departamento del Salud no esperan que vaya a registrarse un nuevo brote. Aun así, los centros de salud siguen registrando algunos casos de gripe, anginas y cuadros catarrales propios del invierno según confirmaron fuentes médicas a 20 minutos.

Los menores de quince años han resultado los más afectados por esta patología. Sólo la última semana enfermaron 97 menores de cada cien miel, mientras que en la franja de edad desde los 16 a los 39 años se vieron afectados 88 de cada cien mil aragoneses.

"Esta temporada ha tenido una incidencia media-baja, la epidemia de gripe arrancó en la última semana de 2008. Parece ser que ya hemos pasado lo peor, aunque la gripe es impredecible", asegura el jefe del Servicio de Vigilancia en Salud Pública del Gobierno de Aragón, Juan Pablo Alonso.

La semana en la que se registraron más casos fue la segunda de enero, cuando la incidencia fue 246 casos por cien mil habitantes, lejos de los 800 casos por cien mil habitantes que tuvo el pico más alto de la temporada 2004-2005, la más grave según el registro de la red centinela del Salud.

A pesar de que la incidencia de la gripe se ha reducido, (durante la semana pasada se registraron 73,51 casos por cada cien mil habitantes) los centros de salud siguen registrando una alta afluencia de pacientes.

"Con una población tan envejecida siempre hay cuadros respiratorios y catarros, además de procesos crónicos, como los reumáticos y los diabéticos" subraya el presidente del Sindicato Médico de Atención Primaria, Leandro Catalán.

Los resfriados, las gastroenteritis y las bronquitis, estas últimas especialmente entre los más pequeños, han complicado la atención sanitaria este invierno.

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