Está en plena grabación del videoclip de su nuevo trabajo musical, pero Kiko Rivera no desconecta de la batalla legal que está a punto de iniciar contra su madre, Isabel Pantoja, y los responsables de gestionar y proteger los bienes que le legó su padre. Fuentes del caso aseguran a 20Minutos que cada vez está resultando más complicado demostrar que Pantoja actuó de mala fe y que engañó a su hijo para rehipotecar Cantora. Aunque Kiko cuenta con la ayuda y la lealtad de viejos conocidos como Diego Gómez, no parece que sus intereses fueran vulnerados ni siquiera cuando él todavía era menor de edad.

Las aguas bajan revueltas. Isabel sigue sin creerse lo que vive y ha optado, de momento, por mantenerse en silencio. Ofertas para hablar no le faltan, y menos ahora cuando los Rivera han vuelto en masa a los medios de comunicación. Tiran a dar sabiendo que Pantoja vuela bajo. De quien no hablan es de Curro, el supuesto hijo ilegítimo que el padre de Paquirri pudo haber tenido durante una relación extramatrimonial.

Me cuentan que Curro, que tiene ya treinta y tres años, estaría valorando la posibilidad de dar un paso al frente. Aunque en los últimos años intentó un acercamiento con algunos de sus supuestos familiares, no todos le han tendido la mano. Todo hace sospechar que ahora quiere saber si es parte de la familia y estaría dispuesto a recorrer los caminos ya pisados.

Ha llovido mucho desde que él y su madre me rehuyeran en 2010 durante una investigación secreta hecha en Barbate y Zahara de los Atunes (Cádiz) y que emitió Sálvame. Lo único claro es que Kiko Rivera podría tener un tío que no conoce y que habría mantenido cierto contacto con Riverita en alguna ocasión. El parecido es asombroso.