Según han informado fuentes policiales, los hechos ocurrieron a última hora de la tarde del sábado, cuando una llamada anónima alertó al 092 de que había un local en la calle Barcelona con clientes en el interior, a pesar de que la norma establece como horario de cierre las 17,00 horas.

Una vez en el lugar, los agentes se entrevistaron con la mujer propietaria, quien aseguró que no había clientes en el establecimiento, y que solo estaba su hija, que le estaba ayudando a limpiar. La hija corroboró la versión de la madre, asegurando que solo estaban ellas dos en el local.

Sin embargo, los policías escucharon ruido al fondo del bar, y se dirigieron hacia allí, sorprendiendo en el baño a un varón escondido, con una copa de whisky en la mano y sin mascarilla; en el servicio de señoras se ocultaban tres mujeres, cada una con su consumición y todas sin mascarilla. Todos ellos fueron propuestos para sanción.

Al inspeccionar la cocina, los agentes se encontraron con el copropietario del local, pareja de la dueña y, en el interior del establecimiento, descubrieron un almacén con unas escaleras que dan a un patio trasero, por donde "probablemente habría salido más gente".

FIESTA DE MADRUGADA

Por otra parte, la Policía Local de Vigo también intervino, en la madrugada del sábado, en un local donde se estaba celebrando una fiesta. Tras una llamada anónima, los agentes se desplazaron a un establecimiento en la carretera del Monte Alba.

Una vez allí, comprobaron que había nueve personas, todas ellas sin mascarilla y no convivientes, por lo que fueron propuestas para sanción.