Entrevista | Carlos Carrizosa: "El pacto de Sánchez con ERC y Bildu es un fracaso de la moderación"

  • El candidato de Ciudadanos en las elecciones catalanas del 14-F analiza en 20minutos cómo se presenta la campaña.
  • Asegura que la línea marcada por Arrimadas es la correcta y que Sánchez ha renunciado a la "moderación".
Carlos Carrizosa, en la entrevista.
Carlos Carrizosa, en la entrevista.
Miquel Taverna
Carlos Carrizosa, en la entrevista.

Carlos Carrizosa será el candidato de Ciudadanos a las elecciones del 14-F en Cataluña. Confía en desafiar a las encuesta y erige al partido naranja como la "casa común del constitucionalismo" después de que PP y PSC renunciaran a ir en coalición. La campaña será "atípica" por la Covid-19 y una de las claves, dice para 20minutos, estará en la "movilización" del votante constitucionalista.

¿Cómo analiza el no de Cs a los Presupuestos?

Creo que quizás ya en los últimos tiempos se iba viendo cómo Sánchez se iba decantando por el pacto con ERC y Bildu. Hemos hecho todo lo que estaba en nuestra mano. Le dábamos a elegir entre las políticas moderadas o las concesiones al nacionalismo más radical y al separatismo. Nadie podrá decir que Sánchez no tuvo elección. El último rechazo a nuestras líneas naranjas nos iba acotando: sí se pueden hacer concesiones en cuanto a la lengua, pero no con esto. Se ha decidido votar que no.

¿Y desde el punto de vista de Cataluña?

Han sido dos elecciones las que ha hecho el PSOE. En la política nacional Sánchez ha elegido a ERC y Bildu. Y por otro lado la coalición que nosotros ofrecíamos con PP y PSC ha sido rechazada por Iceta anunciando un próximo tripartito -con los Comuns y ERC-. Yo veo ambos movimientos en una misma clave: la radicalización del PSOE, del ala que está más cercana de Podemos y de los nacionalismos. Lamento que sea un fracaso de la moderación.

¿Por qué no ha salido la coalición con el PP?

Esa vía se ha roto en los entresijos de la calle Génova y de la sede del PP catalán, no me digáis en qué punto. Eso lo sabe el PP. Nosotros propusimos un pacto en el País Vasco y en Galicia, y ahora en Cataluña. El PP nos dijo sí en el País Vasco y nos ha dicho que no en las gallegas y en las catalanas. En Galicia podría haber demostrado su generosidad y aquí demostramos nosotros la nuestra ofreciendo la mano a un PP que está en el grupo mixto y nosotros somos la fuerza mayoritaria. El PP ha sido quien ha elegido.

¿Aspiran en todo caso a un pacto con PP y PSC después del 14-F si dieran los números?

En política hay que tener altura de miras y frecuentemente las cúpulas de los partidos desconectan del sentir de sus electores. Estoy convencido de que los electores del PP y del PSC hubieran saludado con naturalidad y con ilusión una coalición que plantase cara al independentismo. En el futuro no queremos defraudar a los electores y ofrecemos la casa común del constitucionalismo en Cs. Después de las elecciones en absoluto nos cerraremos; trataremos de mover todos los pactos posibles para plantar cara al nacionalismo y para buscar fórmulas de reconstrucción económica pensando en todos los catalanes.

"Los electores del PSC y PP hubieran saludado con naturalidad una coalición contra el independentismo"

¿Creen que afecta en Cataluña la estrategia marcada por Arrimadas de ir hasta el final en las negociaciones con el Gobierno?

Más que una estrategia es una asunción de los valores políticos y ha venido muy marcada por la situación de crisis. Teníamos muchísimas diferencias con el PSOE de Sánchez, que se alió con Podemos mientras nosotros ofrecimos fórmulas como la vía 221 de Arrimadas. No pudo ser y después hemos procurado votar con sensatez los estados de alarma por el bien de todos los españoles. Y luego los mejores presupuestos posibles sin someter a España al chantaje de quienes quieren destruirla. Creo que todas esas acciones en Cataluña son bien leídas. Entienden que queremos hacer política útil. Es una posición central entre el PSOE y Podemos que se tiran al monte con el separatismo más radical y un Vox y un PP que nunca han hecho propuestas como las nuestras, algunas de las cuales han sido aprobadas.

Como líder de la oposición en Cataluña, ¿cómo está viendo este final de legislatura sin presidente y con la pugna interna en el Govern?

Con preocupación. El Gobierno de Torra se distinguió por aquella divisa de “no vine aquí a gestionar una economía”, y para ellos la gestión siempre fue lo de menos y el procés pasó por delante de todo. Se han seguido invirtiendo cantidades ingentes al procés. Ahora eso se traslada a un Gobierno en funciones, sin un presidente que fue inhabilitado por una denuncia de Cs. Han quedado dos facciones tirándose los trastos unas a otras. Todo ha sido una competencia electoral. Parece una contienda entre los dos socios de Gobierno de cara a las elecciones y la gestión brilla por su ausencia. Va a cerrarse la legislatura con un pleno a propuesta de Cs sobre la corrupción que viene de la operación Bolo. Queremos que expliquen estos negocios turbios porque la corrupción siempre ha gravitado por encima del procés.

A nivel interno toma el relevo de Inés Arrimadas y los últimos sondeos no les dan muy buenos resultados. ¿Cómo encara las elecciones y cuál es el mensaje que querrá transmitir?

Las encaramos con mucha fuerza y con el convencimiento de que Cs representa a muchísimos catalanes. Somos una fuerza que ha roto los tabúes del nacionalismo y ha trabajado para hacer visible al catalán que comparte con naturalidad su identidad catalana, española y europea. Somos además el grupo que más propuestas sociales ha presentado en el Parlament. Esta representatividad va a seguir. Las encuestas, después del batacazo del 10-N, no han dejado de subir. Y el PSOE va a acusar las concesiones tanto a nivel nacional como en Cataluña. Cs va a mejorar y va a tener unos buenos resultados. Hemos liderado el constitucionalismo desde 2015. Si se moviliza todo el mundo, vamos a mejorar las encuestas.

Va a ser una campaña realmente atípica. ¿Cómo la están diseñando? ¿Inés Arrimadas tendrá una participación activa?

Inés Arrimadas va a tener una participación activa, y esta campaña va a ser la primera de la historia sin actos multitudinarios. Vamos a tener que restringir el contacto, los mercados, los paseos…Y eso seguro que va a limitar el acceso a ciertos destinatarios. Si nos vemos obligados a hacer una campaña telemática, será spam de diferentes partidos y al cuarto vídeo la gente ya ni lo ve. Y no todo el mundo tiene acceso a las redes. Ahí hay un peligro en la movilización y los partidos tendremos que ingeniárnoslas para intentar llegar a todos los hogares.

Se habla de diferentes fórmulas: incentivar el voto por correo, que las elecciones se puedan celebrar en dos días…¿Cómo lo ven?

Unas elecciones es un acto sumamente serio que no se puede prestar a improvisaciones. Tenemos una ley electoral que es nacional porque en Cataluña no la tenemos. El nacionalismo nunca ha querido entrar a discutir el principio de proporcionalidad porque les favorece. Lo que no vamos a admitir son invenciones que desvirtuarían la legalidad de estas elecciones. Lo único que se puede hacer con la participación de la Junta Electoral es arbitrar mecanismos para evitar que se produzcan aglomeraciones. Todo eso será bienvenido porque hay que adaptarse a tiempos de pandemia. Esto no son esos referéndums que hacen los nacionalistas con cajas de cartón.

"El 14-F la clave será la participación"

Uno de los objetivos del independentismo será llegar al 50% y superarlo. ¿Qué mensaje quieren lanzar desde el constitucionalismo para evitarlo?

Me tengo que remitir a la importancia de la participación. El nacionalismo si votan el 40% de los catalanes y de ese porcentaje hay un 51% que vota nacionalista, ellos van a decir que Cataluña es nacionalista. Es muy importante para desvirtuar este relato que vaya a votar mucha gente y entonces no alcanzarán esa mayoría. Eso es un fraude porque quieren arrogarse el triunfo sabiendo que es sobre una muestra central mucho más pequeña de lo normal. No es democrático pretender imponerle a los demás las cosas con un 51%.

Y usted ya da por hecho que el bloque constitucionalista no se pondrá de acuerdo.

El verdadero cambio de paradigma hubiera sido que el PSC se hubiera aliado con Cs para ser la fuerza más votada del Parlamento. Con el PP también nos hubiera dado el triunfo. Ellos renuncian y cuando se renuncia es porque se tienen otros planes, y son los planes de un tripartito. Es un pacto PSOE, Podemos, Esquerra. Es más de lo mismo que cuando Maragall pactó el tripartito con ERC y a Esquerra se le dieron las consejerías que procuran la ideología nacionalista y ahora nos encontramos como nos encontramos.

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