En relación al año anterior, el Barcelonès es la única de estas cuatro comarcas donde la población estacional ha aumentado, en un 36%, mientras que en el Tarragonès se ha reducido un 7%, en el Baix Empordà un 9% y en La Selva un 3%.

En términos relativos, las comarcas que tienen más población estacional en relación con la población empadronada son el Pallars Sobirà (Lleida), que representa el 31,5% de la residente, la Alta Ribagorça (Lleida), con el 24,2%, el Aran (Lleida), con el 22,8%, y el Baix Empordà, con el 21,2%.

Por municipios, Barcelona es el que tienen mayor población estacional en términos absolutos, con 91.633 personas, y en términos relativos destaca Santa Susanna (Barcelona) porque se estima que su población estacional equivale al 166,1% de la población empadronada en el municipio: en verano de 2019 multipicó por cuatro la población.

La población estacional puede oscilar de manera importante a lo largo del año porque refleja las entradas y salidas de la población por motivos laborales, de estudios, de residencia y turísticos, y así Barcelona registró un valor en el primer trimestre de 138.614 personas pero en verano tuvo una población estacional de -27.345 personas.