Se trata de una enfermedad bacteriana, poco frecuente, que se transmite de persona a persona por gotitas expulsadas desde las vías respiratorias. Puede ser mortal incluso aunque se trate rápidamente.
De los 18 casos producidos en Baleares en 2019, 12 corresponden a Mallorca (siete de ellos, a Palma), uno a Menorca y cinco a Pitiusas.
Los 18 casos son tres más que los que se contabilizaron en 2018, pero la incidencia bajó a 1,7 casos por cada 100.000 personas, frente a los 2 casos por cada 100.000 personas del año anterior. Sin embargo, se sitúa por encima de la incidencia media de la última década (un caso por cada 100.000 personas).
De los 18 casos, en ocho se produjo sepsis, en cinco meningitis, y en cinco formas mixtas. El rango de edad es variado, desde meses a 85 años, si bien cabe destacar que siete casos fueron pediátricos.
No se hallaron asociaciones entre estos casos, y todos se detectaron desde el ámbito hospitalario: siete desde Son Espases, cinco en Can Mises, cuatro en Son Llàtzer, uno en Clínica Juaneda y uno en el Hospital de Manacor.
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