La violencia rodea a los adolescentes de hoy en día y los datos lo demuestran. Un 68% de los jóvenes de entre 13 y 16 años ha sido testigo de agresiones físicas en su instituto, un dato llamativo aunque más bajo que el registrado hace dos años, donde la cifra ascendía al 78%.

Así lo pone de manifiesto una encuesta realizada el curso pasado por Movimiento contra la Intolerancia en varios centros de secundaria de Valladolid.

En ella se demuestra que, aunque las agresiones físicas están muy presentes son las psicológicas las más abundantes, según la coordinadora de dicha asociación, Olga Hurtado. Así, un 49% de los encuestados reconoció que han recibido insultos alguna vez y un 1% que los sufre constantemente.

Además, un 15% afirma que ha sufrido amenazas y un 11% dice haber sido víctima de agresiones.

La mayoría de los problemas son ocasionados por grupos, según reconoce un 56% de los preguntados, aunque un 14% afirma que el agresor es un único chico.

Entre esos grupos también se encuentran algunas bandas organizadas como los nazis, las mayoritarias, los latins o los sharps. De hecho, un 69% de los adolescentes afirma conocer uno de estos grupos en su ambiente cercano.

Discriminación

Junto a los datos de violencia, la encuesta refleja otros muy llamativos sobre discriminación por raza y religión. En ellos se descubre que un 32% de los jóvenes de estas edades echaría de su barrio o ciudad a las personas de etnia gitana. Además, un 34% reconoce que no les gustaría tenerlos como amigos.

Su tolerancia es mayor si se habla de homosexuales, donde un 52% asegura que sí les gustaría tener un amigo de esta tendencia sexual, o musulmanes, un 27% los tendrían como amigos. Respecto a la inmigración, los extranjeros más aceptados son los europeos y americanos y los menos los marroquíes.

«No decimos nada porque sería peor»

Nueve centros se suman este año a la campaña de prevención de violencia.

Los alumnos del colegio Nuestra Señora del Carmen mostraron ayer sus opiniones sobre la violencia en un encuentro en el que reconocieron que los mayores problemas se dan «a la puerta de los centros», donde se juntan «grupos de jóvenes para pegarse».

«Sería bueno que hubiera más profesores vigilando la salida del instituto».

Pese a ser conocedores de esta situación, y a veces víctimas, la mayoría afirma que no dice nada «porque sería peor» y podrían tener más problemas si se convierten en «chivatos». Ellos son los primeros de otros 9 centros que participarán en esta campaña.

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