Basada en un relato de Francis Scott Fitzgerald, esta película del esteta David Fincher (con filmes en su haber de enorme impacto como El club de la lucha o Zodiac) quiere contar, a la manera de Forrest Gump, la historia de América en el siglo pasado centrándose en un ser diferente que nace decrépito y va rejuveneciendo hasta la niñez senil.

Conocíamos el poder de Fincher para desasosegarnos, para ir más allá del miedo y el misterio, pero aquí se pone el traje de los grandes narradores de Hollywood y desglosa un romance imposible que logra conmovernos.

La excepcional condición biológica del protagonista (Brad Pitt) hace que tenga un arraigado sentido de la aventura, y, desde su Nueva Orleans natal, va viajando, cada vez más en forma y joven, al Leningrado de la Revolución Rusa, luego combate en la II Guerra Mundial, es motero y navegante en los años cincuenta y sesenta, hippy en los setenta y muchas otras identidades.

Todos estos escenarios y cambios tienen una plasmación de una excelencia técnica casi inconcebible, aunque quizá también pequen de un punto de frialdad que no juega a favor de la cinta. No obstante, Fincher es un autor detallista y obsesivo como hay pocos, y esta película se debe ver con el cuidado de una gema única.

EL CURIOSO CASO DE BENJAMIN BUTTON. EE UU, 2008 / 165 min / Dir.: David Fincher / Int.: Brad Pitt, Cate Blanchett / Estreno previsto: 6 de febrero