Un juzgado de Barcelona desestima la demanda de Ryanair contra Atrápalo

  • La compañía aérea irlandesa denunció el pasado mes de agosto al portal español por vender billetes a través de su portal.
  • La sentencia reconoce a Atrápalo el derecho a intermediar en la venta de billetes de Ryanair, al no  causar perjuicio alguno.
Un avión de Ryanair, en una imagen de archivo. (EFE)
Un avión de Ryanair, en una imagen de archivo. (EFE)
Robin Townsend / EFE
Un avión de Ryanair, en una imagen de archivo. (EFE)

El Juzgado Mercantil número 2 de Barcelona ha desestimado la demanda interpuesta por la compañía aérea Ryanair contra la agencia web Atrápalo, por vender billetes a través de su portal. Los argumentos esgrimidos por la aerolínea 'low cost' han sido rebatidos en la resolución de la sentencia, en la que se reconoce a Atrápalo el derecho a intermediar en la venta de billetes de Ryanair, al no  causar perjuicio alguno a la compañía irlandesa.

Atrápalo no precisa de la autorización de Ryanair para llevar a cabo su actividad de mediación

La resolución reconoce a Atrápalo como agencia de viajes legalmente acreditada y, por tanto, con la capacidad  para desarrollar dicha actividad. Asimismo, deja claro que Atrápalo “no precisa de la autorización de Ryanair para llevar a cabo su actividad de mediación” y que redirecciona correctamente a sus clientes a la información de las compañías aéreas, con las que los usuarios acaban formalizando la adquisición de un billete.

El Juez reconoce, además, que Internet es una inmensa red que conecta a muchas personas, permitiendo la comunicación y el intercambio de información, con lo que concluye, que si la compañía aérea recurre a este canal para hacer públicos sus vuelos y tarifas, no puede ofrecer límites al conocimiento de sus servicios entre los usuarios.

Verano conflictivo

Ryanair informó el pasado verano que iba a cancelar todas las reservas de vuelos hechas a través de otras agencias o webs, entre ellas Atrápalo, e-Dreams y Rumbo. La compañía irlandesa llegó a anunciar que no permitiría el embarque de aquellos pasajeros que hubieran adquirido sus billetes a través de otros canales online, que no fueran los de su propio portal,

Creando un clima de alarma social entre un gran número de usuarios. Esta medida, que la compañía irlandesa nunca llegó a ejecutar en nuestro país, provocó una rápida reacción de diferentes organismos, como la Comisión Europea, que instó a Ryanair a respetar las reservas realizadas por los usuarios de Internet.

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