Los propietarios de estos animales domésticos confiesan que tomaron esta decisión ante el temor de que el bebé pudiera contraer
Así se desprende de un estudio llevado a cabo por
El veterinario David Jolis ha confesado que muchos profesionales de la salud han creado "una alarma social" en estos últimos años, aconsejando de forma "equivocada" a las mujeres embarazadas que no tengan contactos con gatos.
Sin embargo, ha aclarado, en la mayoría de los casos los mininos no son transmisores de la enfermedad, "y siguiendo unas pautas básicas de higiene se limita enormemente el riesgo de contraer toxoplasmosis". "Además, el riesgo importante para el feto existe durante el primer trimestre de embarazo y, siguiendo unas pautas para evitar el contagio, éste se reduce de forma drástica", puntualiza Jolis.
¿Cómo se coge la toxoplasmosis?
La infección por toxoplasmosis ocurre principalmente por cuatro vías: por contacto oral con tierra, agua o u hortalizas infectadas; por comer carne infectada, por contacto oral con heces de gato infectadas o por transmisión congénita.
Por ello, "el gato casero que come alimentación industrial y acude regularmente a su veterinario no se puede infectar de la enfermedad", ha prevenido el experto.
El veterinario ha recordado que hay una serie de pautas básicas de higiene para evitar el contagio, como quitar las heces de la bandeja a diario, limpiar ésta con agua caliente y no dar de comer carne cruda al animal.
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