Descubre cuál es tu tipo de piel para tratarla como es debido con estos sencillos pasos

Para cuidar nuestra piel, primero debemos saber cómo es.
Para cuidar nuestra piel, primero debemos saber cómo es.
PEXELS
Para cuidar nuestra piel, primero debemos saber cómo es.

Cuando nos adentramos en el mundo de la cosmética vemos distintos productos para pieles grasas, mixtas, secas... y si somos nuevos, no sabemos muy bien cuál coger porque no conocemos el tipo de piel que tenemos.

Conocer nuestra piel es primordial para mantenerla saludable y en buenas condiciones, ya que utilizar productos que no sean los adecuados pueden dañarla y acentuar aun más los problemas que queremos tratar.

Por suerte, identificarla es muy sencillo, solo necesitamos lavarnos bien la cara y asegúrate de no tener rastro de productos o maquillaje, dejarla secar al aire libre y no aplicar ningún producto y esperar 30 minutos mientras observamos como se siente y se ve nuestro rostro.

Tirante con descamación: seca

Si la notamos tirante, significa que tenemos la piel seca. Este tipo de pieles se caracterizan por tener un tacto áspero, un aspecto apagado, suelen ser tirantes, se notan antes las líneas de expresión y el envejecimiento y tienen poca flexibilidad. 

Las pieles secas retienen menos la humedad que una piel normal y segregan menos grasa, lo que suele provocar descamación. Para prevenirlo, debemos buscar productos que hidraten y retengan la humedad, además que nutran nuestra piel, ya que las glándulas sebáceas no están produciendo suficiente sebo.

Con brillos y aceitosa: grasa

Si después de lavarla vemos que empiezan a parecer brillos por toda nuestra cara, significa que tenemos la piel grasa. Este tipo de pieles suelen tener los poros dilatados, muchos brillos, textura irregular, propensa a imperfecciones y es gruesa. Las pieles grasas suelen producir más sebo de lo normal lo que produce el exceso de brillo.

Para cuidarlas debidamente es muy importante no tocar los granitos y utilizar productos no comedogenicos, es decir, que no obstruyan los poros. Estos podemos encontrarlos bajo la etiqueta de oil-free. Aunque nos moleste la sensación aceitosa de la piel, no debemos lavarla constantemente, ya que haremos que segregue aun más sebo. Lo recomendable es lavarla dos veces al día con los productos adecuados y si nos molestan mucho los brillos, pasarnos papeles matificantes.

Brillante y tirante a la vez: mixta

Esta piel es una mezcla de las dos anteriores, y aunque parezca que los productos para tratar una y otra son incompatibles, hoy en día existen productos que son capaces de controlar las zonas secas y grasas perfectamente.

Es la que tiene la mayoría de las personas

Este tipo de pieles se caracterizan por tener la zona T (frente, nariz y barbilla) grasa y con brillos, mientras que la zona de las mejillas está seca. También predominan los poros dilatados.

Para tratar este tipo de pieles debemos priorizar los productos oil-free y procurar utilizar aquellos que están indicados para pieles mixtas. También podemos optar para cada zona productos específicos, aunque eso sí, siempre no comedogenicos. 

Ni áspera ni brillante: normal

La más deseada y la más rara, ya que no trae ningún tipo de complicaciones ni presenta ningún problema que haya que tratar constantemente. Se caracteriza por ser suave al tacto, poros pequeños, textura lisa, sin imperfecciones y está hidratada.

Como no hay ningún problema para equilibrarla, ya que lo está por sí misma, con mantenerla limpia, hidratada y protegida de los rayos solares es suficiente.

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