La división renovable de Endesa, Enel Green Power, ha realizado un total de 400 operaciones con el objetivo de ajustar el caudal circulante en el río de la Noguera Pallaresa para la realización de rafting, piragüismo, canoa y descenso de barrancos, así como para garantizar la seguridad y la sostenibilidad tanto de los deportes como del territorio.

Los deportes de agua son un motor económico y social para la comarca del Pallars Sobirà: el rafting se ha consolidado como el deporte más seguido y el número de servicios contratados ha aumentado un 21% en los últimos siete años con un volumen de negocio que alcanza los 31 millones de euros, según datos del Patronato de Turismo de Lleida.

La regulación de caudal del río se realiza desde hace 20 años gracias al acuerdo entre la compañía eléctrica y el consejo comarcal, que estipula un caudal mínimo circulante de 22 metros cúbicos (m3) por segundo para poder realizar actividades como los descensos de rafting, ya que en muchas ocasiones las condiciones que hay de forma natural y en función de la climatología no serían suficientes para poder practicar deportes de agua.

La regulación del agua requiere un mantenimiento periódico de las centrales hidroeléctricas, así como de las infraestructuras hidráulicas asociadas, junto con un sistema de comunicaciones fiable entre las centrales y el centro de control.

Los técnicos de Endesa realizan un estudio previo desde el centro de control de hidráulicas en Lleida, en el que se valora la cantidad de agua solicitada por el Consejo Comarcal y la disponible teniendo en cuenta el estado actual de los ríos y las condiciones del medio ambiente.