Según los datos facilitados por la Delegación del Gobierno, la Policía, tras realizar diversas gestiones, comprobaron que el investigado había realizado diversas ventas de piezas de joyería en el mismo establecimiento de compraventa de Valladolid por las que obtuvo más de 1.500 euros.
Las pesquisas llevadas a cabo permitieron averiguar que las joyas habían sido robadas cuando el joven iba a visitar a la víctima, con la que mantenía una relación de amistad.
Los últimos lotes, entre los que se encuentra una cruz de Caravaca y una cadena de oro, vendidos por el detenido y por los que obtuvo 650 euros fueron recuperados y entregados a su legítimo propietario.
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