Barack Obama no puede vivir sin su Blackberry, a la que se se considera adicto

  • La dependencia del presidente electo de este artilugio electrónico es conocida entre los de su equipo como 'crackberry'.
  • Las entradas para asistir a su investidura se subastan por mil euros.
  • Salieron a la venta por menos de 25 euros.
Barack Obama, durante una rueda de prensa en Chicago. ARCHIVO
Barack Obama, durante una rueda de prensa en Chicago. ARCHIVO
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Barack Obama, durante una rueda de prensa en Chicago. ARCHIVO

Barack Obama ha prometido que peleará hasta el final y no para resucitar la moribunda economía del país sino para mantener su BlackBerry, a la que se confiesa adicto, y a la que podría tener que renunciar por motivos de seguridad.

"Tendrán que arrancármela de las manos", advirtió esta semana el presidente electo de Estados Unidos de su BlackBerry de la que no se separa ni para jugar al golf como quedó claro durante sus recientes vacaciones en Hawai. Pese a su determinación, es probable que se vea forzado a renunciar a su preciado artilugio y que también tenga que dejar de enviar correos electrónicos.

Estoy todavía en medio de una pelea sobre el tema

Bill Clinton (1993-2001) no envió "emails" durante sus años en la Casa Blanca y su sucesor, el actual inquilino de la Casa Blanca, George W. Bush, tampoco.

De hecho, tres días antes de su toma de posesión, Bush envió un email a 42 amigos y familiares desde su antigua dirección de correo (g94b@aol.com) en el que les explicaba que, dado que toda la correspondencia del presidente puede ser pública, y por motivos de seguridad, había decidido, con pesar, abandonar esa práctica.

Pero Obama, el político del "Sí Podemos", no tira la toalla. "Estoy todavía en medio de una pelea sobre el tema", afirmó el miércoles en una entrevista con el canal de televisión CNBC en la que aseguró no saber cómo podría mantenerse en contacto con el flujo diario de acontecimientos sin su BlackBerry.

El futuro presidente ha reconocido en varias ocasiones su temor a vivir en una burbuja tras su llegada a la Casa Blanca y sostiene que el derecho a mantener algo tan mundano como el correo electrónico le permitiría mantenerse en contacto con la gente de a pie.

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Su nueva vida le impide ya andar tranquilamente por la calle o visitar semanalmente a su peluquero lo que, según asegura, le provoca cierta congoja. De ahí que haya prometido buscar fórmulas que lo mantengan con los pies en la tierra. Su objetivo es evitar que la Casa Blanca se convierta en una "gran cárcel blanca" como la llamó en su día el presidente Harry Truman (1945-1953).

Su empeño en aferrarse a la BlackBerry parece apuntar en esa dirección. "Creo que es importante no vivir en una burbuja, o sea que tienes que mantenerte abierto a la información exterior, sobre todo a las críticas", dijo el futuro presidente el miércoles.

"Creo que podré acceder a un ordenador en alguna parte, puede que no sea justo en la Oficina Oval", dijo esperanzado, para añadir: "Lo segundo en lo que confío es ver si hay alguna forma de conseguir que siga teniendo acceso a mi BlackBerry".

A la espera de que los expertos en temas de seguridad y legales digan la última palabra al respecto, es probable que Research in Motion, la fabricante de las Blackberry, se frote las manos con la publicidad gratuita de una de las mayores celebridades del planeta.

De hecho, los expertos en mercadotecnia dicen que si su posición no se lo impidiera, Obama podría pasarle a la empresa de las Blackberry una factura de entre 25 y 50 millones de dólares por los "servicios prestados".

"El hombre más poderoso del país dice, en estos momentos, esencialmente que no puede vivir sin ella", dijo esta semana al diario "The New York Times" la publicista Lori Sale, de la agencia Paradigm, para quien el caso de Obama ilustra la asimilación total de una tecnología que la gente adora.

La dependencia de Obama al aparato electrónico, bautizada como 'Crackberry', confirma además el cambio generacional que tendrá lugar con su desembarco en la Casa Blanca.

A menos de dos semanas de su investidura, Obama es considerado ya el líder más "tecnófilo" de la historia estadounidense, lo que le ha permitido ganarse calificativos como el de "presidente YouTube" o "presidente BlackBerry".

El próximo mandatario estadounidense usa un portátil Macbook de Apple, escucha música a través de su iPod, se mantuvo en contacto con su familia durante la campaña a través del programa de videoconferencias iChat y se agenció una cifra récord de amigos con su página de Facebook.

Como una estrella de rock

Los billetes para presenciar el desfile de la investidura presidencial de Obama en Washington el próximo 20 de enero se están cotizando a precio de oro. El comité que organiza las ceremonias puso hoy en venta, a la una de la tarde y a través del sistema electrónico y por teléfono, 5.000 de esos billetes a un precio de 25 dólares.

Los billetes se agotaron en menos de un minuto y media hora después se estaban subastando, también a través de Internet, a precios que oscilaban entre los 1.350 y los 1.500 dólares (993 y 1.103 euros), según informaron las radios locales.

"Parece que los interesados estaban listos frente a su computadora para hacer la compra cuando el reloj diera la una de la tarde", dijo una portavoz del comité. Quienes no tendrán que hacer ningún desembolso para presenciar la ceremonia son 300 niños del Distrito de Columbia, que alberga a la ciudad de Washington, que lo ganaron tras participar en un concurso de ensayos sobre el proceso electoral estadounidense.

Se calcula que entre tres y cuatro millones de personas llenarán las calles de Washington para presenciar los actos de la investidura de Obama, el primer presidente negro de Estados Unidos.

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