"Esa pieza es nuestra y somos muy perseverantes". Así advertía el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, al país austriaco por apropiarse "por completo" del icónico Penacho de Moctezuma, ubicado en un museo de Viena.

Con motivo de la celebración del aniversario de la conquista y la independencia de México, que tendrá lugar el próximo año, el mandatario mexicano solicitaba a su esposa y presidenta del Consejo Asesor Honorario de la Coordinación Nacional de Memoria Histórica y Cultural de México, Beatriz Gutiérrez Müller, de viaje oficial en Austria, que pidiera prestado el Penacho de Moctezuma, para exhibirlo al público.

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Y es que, esta obra de arte lleva décadas siendo reclamada por los mexicanos, que insisten en que es de su propiedad. A pesar de que se desconoce su origen y cómo llegó a Austria y de que muchos historiadores asumen que fue un regalo del propio Moctezuma al conquistador español Hernán Cortés, que más tarde se la enviaría al emperador Carlos I, de la casa de Habsburgo.

El Museo Antropológico de Viena, por su parte, les respondió este martes que el tocado de plumas no podrá ser trasladado a México "al menos en los próximos diez años" porque es "demasiado frágil", ya que está formado por material orgánico y cualquier vibración "en el aire o la carretera lo destruiría".

El presidente mexicano explicó, además que su esposa se encuentra de viaje en Europa para conseguir objetos históricos de su país ubicados en Francia, Italia, el Vaticano, Austria y Alemania, con el objetivo de exhibirlos temporalmente en dicha exposición, que conmemorará los 200 años de su independencia, los 500 años de la conquista y los 700 años de la fundación de Mexico-Tenochtitlan, actual Ciudad de México.

"Muchas cosas que se exhiben en los museos más importantes del mundo se sustrajeron de manera ilegal de los países de origen de las culturas", ha reprochado López Obrador. Además, ha pedido que Italia preste los códices Florentino y Cospi y ha invitado a España y al papa Francisco a participar en un acto de "reconciliación" en el que se pedirá "disculpas" a los pueblos indígenas de México por los abusos de la conquista.