Desde el primer momento en el que se confirmó que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, había decretado oficialmente el estado de alarma en Madrid el pasado viernes, la Comunidad de Madrid pidió que se levantara. Lo ha seguido haciendo durante el fin de semana y lo volverá a hacer hoy, en una nueva reunión del grupo Covid-19, en el que están presentes miembros tanto del Ejecutivo central como del Gobierno autonómico y que fue el principal acuerdo al que llegaron Sánchez e Isabel Díaz Ayuso, presidenta madrileña, en el encuentro que mantuvieron en la Puerta del Sol el pasado 21 de septiembre.

El principal argumento de la administración regional es que los datos ya estaban mejorando con los confinamientos selectivos que venía aplicando la Comunidad desde hace semanas y que continúan vigentes en ciertos barrios. Es más, las restricciones impuestas por la presidenta entraron en vigor ayer en cuatro nuevas zonas básicas de salud: a las de Villa del Prado, Humanes de Madrid y Reyes Católicos (en San Sebastián de los Reyes) se sumaron Arganda del Rey (Arganda del Rey), Sierra de Guadarrama (Collado Villalba), Colmenar Viejo Norte (Colmenar Viejo), y Valleaguado (Coslada). En todas ellas queda restringida la entrada y la salida de los ciudadanos salvo motivo justificado y se establecen limitaciones de aforo y de horarios en lugares de culto y hostelería. También en varias de esas zonas la Comunidad se realizarán test de antígenos con el objetivo de detectar a la población asintomática.

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"La Comunidad de Madrid en ningún momento ha dejado de tomar decisiones en cuanto al control de la pandemia", aseguró ayer el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero en una entrevista en RNE en la que insistió en tildar de "atropello" y "un exceso absoluto" la declaración del estado de alarma.

El popular también aseguró que en los datos que dará la autonomía este martes la incidencia acumulada en la región se situará por debajo de los 500 casos por cada cien mil habitantes, uno de los tres criterios que marcó el Gobierno para decretar el cierre perimetral de la capital y otros nueve municipios madrileños. Esta será la confirmación de la tendencia a la baja, pues Madrid acumulará "cinco días consecutivos con una incidencia acumulada en 14 días por debajo de esos 500 casos" y con una incidencia en siete días "con un crecimiento muy bajo". La Comunidad aseguró el domingo que la Organización Muncial de la Salud (OMS) avala sus datos señalando que "Madrid es la región de Europa que más ha reducido su IA en la última semana".

Escudero recordó que esa tendencia en toda la autonomía provocó que Alcalá de Henares se quedase fuera del estado de alarma en el último momento. Este argumento lo utilizó de igual forma el alcalde de la capital madrileña, José Luis Martínez-Almeida, el pasado domingo, cuando pidió aplicar "por igual" los criterios en todos los municipios. También el líder del PP, Pablo Casado, hizo un llamamiento al Gobierno ayer para solicitar el levantamiento del estado de alarma al entender que ha habido una "discriminación" contra Madrid.

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Con todo, esas quejas podrá trasladárselas este martes el consejero al ministro de Sanidad, Salvador Illa, en la reunión, en la que, a priori, también participarán la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias; y el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado (Cs).

Fue este último el que anunció el encuentro ayer por la tarde. "El martes volverá a tener lugar una nueva reunión del grupo Covid-19 entre la Comunidad de Madrid y el Gobierno de España. Tenemos un enemigo común que es el virus y no hay otra opción que trabajar juntos para derrotarlo", compartió en su cuenta de Twitter, en la que también pidió "no repetir" la imagen que dieron la semana pasada ambos ejecutivos.

Y es que, esta será la primera reunión del grupo después de la declaración del estado de alarma, que ha perjudicado unas relaciones ya de por sí complicadas entre miembros de ambos gobiernos. Escudero se ha llegado a quejar de no mantener una comunicación directa con el ministro y Ayuso y Sánchez no mostraron ayer mucha complicidad cuando coincidieron en la celebración del 12 de Octubre, fiesta nacional. En el último encuentro, ocurrido el pasado martes, la Comunidad y el Gobierno acordaron establecer un mecanismo técnico diario de análisis de la situación epidemiológica de la región con el objetivo de hacer un seguimiento diario de la pandemia.

El jueves, después del varapalo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) que tumbó las órdenes de Sanidad aplicadas por la Comunidad, Illa pidió reunirse, aunque finalmente no ocurrió. La autonomía alegó que necesitaba tiempo para rehacer una orden que presentó Escudero mientras el Consejo de Ministros debatía la aplicación del estado de alarma que ha sido recurrido por Vox. Por su parte, ayer mostró su defensa hacia este instrumento la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública, desde la que consideraron que los contagios en Madrid estaban "incontrolados" al ser "dos veces superiores a los estándares internacionales fijados para adoptar medidas drásticas".