La nueva estación de Moncloa está bien señalizada, pero el acceso no resulta fácil

  • La entrada por Princesa carece de escaleras mecánicas.
  • El único ascensor, situado en Moret, estaba estropeado el lunes.
  • "Ya no nos comemos el humo", asegura un usuario.
Una pareja con un carrito de bebé intentaba el lunes acceder al ascensor, que no funcionaba. (J. PARÍS)
Una pareja con un carrito de bebé intentaba el lunes acceder al ascensor, que no funcionaba. (J. PARÍS)
JORGE PARÍS
Una pareja con un carrito de bebé intentaba el lunes acceder al ascensor, que no funcionaba. (J. PARÍS)

Cinco nuevas líneas de autobuses interurbanos (645, 661, 661A, 662 y 664) se mudan a partir de este jueves al nuevo intercambiador de Moncloa, que entró en funcionamiento a finales de diciembre, aunque no estará a pleno rendimiento hasta el 17 de enero. Además de las 5 líneas que se sumarán mañana, faltan por cambiarse al intercambiador otras catorce líneas de autobús. Cuando esté al 100%, el intercambiador conectará 47 rutas periféricas, 19 de la EMT y dos de Metro (L-3 y L-6).

Bajo lupa

Entradas: De los 360.000 usuarios diarios que se espera tengan las nuevas instalaciones, los discapacitados son los que han salido peor parados. La remodelación del intercambiador (donde se ubican 14 dársenas, los accesos al metro y la zona comercial) sólo dispone de un ascensor para las personas con movilidad reducida, al que se llega por el acceso del paseo de Moret. El lunes, cuando 20 minutos visitó la instalación, este único ascensor no estaba operativo. Entrar por el acceso de Princesa tampoco resulta fácil: no hay escaleras mecánicas ni ascensor y sí un tramo de escalones.

Aseos: Muy limpios, espaciosos y numerosos.

Asientos: Son muy escasos.

Señalización: No hay pérdida posible. Es abundante y sencilla. Hay paneles informativos con las dársenas y horarios de cada línea y un punto de atención al viajero.

Limpieza: Buena. No hay restos de las recientes obras.

Vigilancia: Personal de seguridad patrulla toda el área.

Servicios: Regular. En la remodelación no hay cabina telefónica ni máquina expendedora de preservativos.

Confort: Bueno. Tanto la iluminación como la temperatura son adecuadas. El diseño es funcional y el suelo no resbala.

Ellos ya lo han estrenado

Esther de la Mora 24 años, dependienta: "Los baños eran una parquería". La amplitud, la limpieza y los nuevos aseos es lo que más valora de la nueva ampliación esta joven que lleva cinco años despachando golosinas en una tienda del intercambiador. "Los aseos de antes eran una porquería, ahora da gusto entrar", cuenta. "Y hay más tiendas".

Juan Martínez 60 años, trabaja en centro social: "Ya no nos comemos el humo". Todos los días desde hace 15 años coge el autobús 611 para llegar a Hoyo de Manzanares, donde trabaja. Asegura que ahora da gusto esperar sin tener que tragarse los humos de los buses. Además, el tráfico se ha descongestionado bastante, dice.

Marina Zernova 29 años, cuidadora: "Está todo muy limpio". Con la reforma las instalaciones han mejorado mucho, según esta joven, que valora, sobre todo, la limpieza y la organización. Dice que está bien señalizado y que moverse por el intercambiador es "muy sencillo" para quien, como ella, viene a diario desde Villafranca en el 623.

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