Al parecer, el mal estado de la calzada impide a los autobuses transitar por la zona, por lo que sus trescientos habitantes se han quedado sin transporte público. Los vecinos, que están hartos de pasar por esa vía con sus vehículos particulares, anunciaron ayer movilizaciones y protestas si el Ayuntamiento de Málaga o los responsables de las obras del AVE no les dan una pronta solución. El acceso actual responde a un desvío ocasionado por el tren de alta velocidad. Los ancianos, que para ir al centro de salud tienen que desplazarse hasta Campanillas, son los que se llevan la peor parte, ya que se ven obligados a recorrer a pie entre 500 y 1.000 metros entre obstáculos y charcos.