Los vigilantes de la Fundación Oso Pardo (FOP) retiraron a lo largo de este año un total de 193 lazos ilegales en el occidente cantábrico, la mayoría en Asturias.
Mientras que en las zonas oseras de Lugo y León las trampas localizadas y retiradas fueron pocas (6 y 7 lazos respectivamente), en el Principado el incremento ha sido destacable. Se ha pasado de 52 lazos retirados por las patrullas de la FOP en 2007, a 180 en 2008.
Este repunte de los lazos ilegales en Asturias preocupa en la FOP porque estas trampas suponen un
Como ocurrió en el mes de septiembre, cuando localizaron en los montes a un oso macho que llevaba un lazo de acero incrustado en su carne alrededor de la cintura.
El lazo le había causado una herida terrible y el animal presentaba una visible delgadez. A pesar de la operación que se puso en marcha con la intención de librarle de la trampa, no pudo finalmente ser capturado y curado.
Según la FOP, estos lazos son colocados habitualmente por cazadores furtivos que buscan el trofeo o la carne de corzos y jabalíes; también por ganaderos afectados por los daños que provocan los jabalíes en praderas y cultivos.
Y eso pese a que la colocación de lazos de acero es un delito contra la fauna previsto en el Código Penal que puede ser castigado con la pena de dos años de prisión, multas e inhabilitaciones para cazar. CONSULTA AQUÍ MÁS
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