Dos hermanas, Ana María y Yovana, y sus hijos han sido desalojados la mañana de este martes de un piso que ocupaban en el número 178 de la calle Còrsega de Barcelona, en l'Antiga Esquerra de l'Eixample.

Una concentración de unas 300 personas que han acudido al llamamiento de entidades en defensa del derecho a la vivienda ha intentado impedirlo, pero no lo ha logrado. 

Unos 50 concentrados se han sentado en el suelo junto a la puerta del edificio, conocido como La Bastida, y los Mossos d'Esquadra les han echado levantándoles uno a uno.

Según ha informado la Xarxa d'Habitatge de l'Esquerra de l'Eixample, había habido dos intentos previos de desalojo del piso, que las dos hermanas y sus hijas ocuparon en 2019.

La entidad ha denunciado que como Yovana, Ana María y sus hijos, "varias familias han sido expulsadas de sus casas estos días" y que "en la última semana se han producido más de 200 desahucios". Y ha añadido: "No desfallecemos, luchamos por el derecho a una vivienda digna".

El Sindicat d'Habitatge de Vallcarca, otra de las asociaciones que se ha solidarizado con las afectadas, ha criticado que "por sexta mañana laboral consecutiva Barcelona amanece con un dispositivo exagerado de los Mossos para dejar a familias en la calle y sin alternativa. Todo para defender el privilegio de los especuladores que quieren enriquecerse todavía más". Y ha continuado: "¿Cómo acabará esto? ¿Cómo compensaréis toda esta violencia?".

A causa de la protesta y el despliegue policial, la calle Còrsega se ha tenido que cortar al tráfico entre Comte d'Urgell y Villarroel.