A juicio del sindicato la empresa alegó "motivos carentes de solvencia" para llevar a cabo los tres despidos. "A nuestro entender esconden el inicio del proceso de renovación del representante de los trabajadores", han asegurado.

Para el SOMA estos despidos son, "además de una persecución sindical", un "ataque frontal" a un derecho fundamental de los trabajadores como es "el poder defender sus intereses comunes, teniendo presencia y voz colectiva en la empresa, máxime cuando se trata de una empresa en la que ya se han realizado más despidos improcedentes, y las condiciones de trabajo y seguridad van al límite, como en la gran mayoría de las empresas auxiliares de Ence en Navia, lo que hace más necesario si cabe esa representación de los trabajadores que vele por sus derechos".