Oh, vacaciones de Navidad. Mañanas en pijama, tardes de cabalgata, noches de nervios. Hasta ahora estos días de asueto habían quedado reservados a la etapa infantil, acaso estudiantil, de la vida del ciudadano. Pero este año, la crisis ha posibilitado que los trabajadores vuelvan a tener vacaciones al final del año.

La industria vasca está al ralentí. No hay pedidos ni compradores, por lo que no tiene sentido producir. Por eso, muchas empresas han obligado a sus trabajadores a cogerse vacaciones forzosas de Navidad este año.

Afectará a miles de vascos. Michelín enviará esta Navidad a 1.900 personas a casa, Mercedes a sus 3.300 empleados, Bridgestone a 2.463 trabajadores, Arcelor a su plantilla de 500 personas...

«Desde el 15 de diciembre la industria de automoción está parada, y prácticamente todos se han cogido vacaciones», explica afectado Mikel Vázquez, responsable del Metal en Vizcaya de CCOO. En Euskadi la automoción da trabajo a 41.800 trabajadores.

Y que nadie se lleve a engaño con el término de vacaciones. Estos días libres no son gratis. Los trabajadores deberán recuperarlos cuando la crisis pase y la producción se recupere. O sea, que a estos empleados que libran en Navidad les tocará trabajar en los meses de verano, puentes, fines de semana...

«Pero si las empresas piden un esfuerzo, que también lo hagan ellas. Reivindicamos no tener que recuperar todos los días libres que nos cogemos ahora», demanda el sindicalista Vázquez.

Y bueno, podrán compartir las vacaciones con los gremios acostumbrados a disfrutarlas, como los profesores.

"Sólo me sirve para dormir más"

«Durante todo el mes de diciembre no estamos trabajando los lunes», explica un peón especialista de Aceros Olarra, de Loiu. «Como no tenemos pedidos, estamos obligados ahora a librar por adelantado los puentes y días festivos de 2009. Lo peor, es que al ser invierno no puedes hacer nada. Lo único que hago es dormir un poco más y esperar a que pase el día. Y ya nos han dicho que igual en enero seguiremos así».

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