Frente a ello, el concejal de Urbanismo y portavoz del Equipo de Gobierno, Jesús Mora, destacó en el pleno que en conjunto, se trata de un proyecto que generará "un espacio de convivencia para toda la ciudad que además permitirá enlazar el casco histórico con el Castillo y el Monumento Natural de las Riberas del Guadaíra, creando un anillo cultural con gran capacidad de atracción de visitantes y de creación de movimiento económico".
Mora explicó que toda la financiación del proyecto es "externa al presupuesto municipal, por lo que no supondrán modificaciones en el resto de partidas".
La expropiación de las casas y la creación de la nueva calle, con un presupuesto de 1,5 millones, se financiará con cargo al patrimonio municipal de suelo, extremo que lamentaban los empresarios, mientras la reurbanización de la calle La Mina supone una inversión de tres millones de euros y se hará con fondos europeos. De la renovación y mejora de las redes se encarga Emasesa, que invertirá dos millones de euros.
Ante las voces críticas con el proyecto, bajo la premisa de que el mismo implica seguir apostando por el tráfico rodado, el portavoz municipal alegó que en su conjunto, la actuación propiciará una "plataforma única que permita alternar la circulación de coches con el corte de tráfico, por horas o por días".
Así, tras las alegaciones en contra de la patronal, aseguró que el proyecto está "recibiendo el apoyo de muchos comerciantes y ciudadanos que consideran una gran oportunidad esta intervención urbana"..
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