Maite, la hermanastra de Alba, fue quien relató "de forma espontánea" las vejaciones de las que era víctima la pequeña.

Así lo han asegurado los  psicólogos que la atendieron durante la cuarta jornada del juicio contra el padrastro y la madre de Alba quien, tras una brutal paliza, quedó en coma y ahora padece graves secuelas, físicas y psíquicas.

Maite, que entonces tenía seis años, "desconocía" la gravedad de los hechos pero, igualmente, adoptó un papel protector con su hermanastra. 

"La desataba de la silla, le quitaba el celo de la boca, la ayudaba...", ha asegurado una de las psicólogas en la vista.

Por otra parte, también han declarado especialistas forenses quienes descartan que una caída de la cama fuera, tal y como sostiene el acusado, la causa de las graves heridas que sufrió la pequeña Alba.